El próximo sábado 21 de enero se disputa en el Palacio de los Deportes de Granada la Final de la Copa LEB Plata. Covirán Granada y HLA Lucentum se enfrentan con el objetivo de llevarse el primer título de la temporada. Dos clubes y dos ciudades que guardan paralelismos históricos en un devenir cargado de alegrías y de dolorosos sinsabores.

Ambos clubes son hoy Fundaciones, como consecuencia de la disolución de los clubes que marcaron la historia del baloncesto en Granada y Alicante. Los extintos CB Granada y CB Lucentum se fundaban en 1994, precisamente aquella temporada coincidían ambos en una EBA en la que aquel Lucentum rozó un sorprendente ascenso. Aunque sería el club granadino el primero en saborear las mieles de disputar la ACB allá por 1996-97. Los alicantinos tendrían que esperar hasta la temporada 1999-00 para lograr su primer ascenso a la ACB.

Durante la primera década del siglo ambos clubes vivían su época de mayor esplendor llegando a consolidarse en la ACB e incluso el equipo alicantino llegó a disputar tres Playoff ACB y dos Copas del Rey. Luego llegaron los problemas económicos en ambas entidades que acabaron, por diversas circunstancias, con ambos clubes teniendo que empezar desde cero en Primera Nacional. En ese momento, lejos de desaparecer el germen del baloncesto en ambas ciudades, se generó un nuevo ambiente de baloncesto basado en un crecimiento sostenible, con los pies en el suelo y dando relevancia a la base.

Bajo sus nuevas denominaciones de Fundación Lucentum y Fundación CB Granada, ambos clubes abanderan ahora el renacimiento del baloncesto en dos ciudades que vivieron grandes momentos de baloncesto y que se acercan ahora, de manera gradual, a volver a disfrutar del baloncesto de alto nivel.

En ese camino ascendente se van a encontrar en esa Copa LEB Plata que se disputará en un Palacio de los Deportes de Granada donde se espera una asistencia superior a los 5000 espectadores y donde ambos clubes esperan lograr su primer título en categoría profesional en su camino hacia el ascenso a la LEB Oro.

En el marco de la previa a la disputa de la Copa LEB Plata, ambos entrenadores han desgranado sus sensaciones en sendas entrevistas concedidas a FEB.es y de la que os extraemos algunos de los fragmentos más destacados:

Pablo Pin, técnico de Covirán Granada, destaca que "independientemente de lo que suceda o de cuál sea el resultado el poder estar aquí es ya todo un premio a ese trabajo que hemos hecho durante toda la primera vuelta y toda una recompensa a la entrega de nuestros jugadores”. Sobre las claves de la final, destaca que "el poder jugar en casa porque vamos a tener un magnífico ambiente con un público que anima muchísimo y que tendremos que convertir en toda una virtud que nos ayude".

A la hora de medir al rival, Pablo Pin es claro cuando se le pregunta por qué es lo que más le preocupa de HLA Lucentum: "¡Absolutamente todo!". Pin destaca la importancia de "intentar sacarles de su ritmo de juego" y recalca que "Si vamos a un partido con un baloncesto cómodo y sin dureza ellos se van a mover muy bien así que tendremos que hacer todo lo posible para sacarles de ese estilo de juego".

La carga emocional de esta final para ambos equipos es clara. Pin recalca que "a mí, personalmente, me hace una especial ilusión porque yo he sido aficionado de este equipo y sé que la gente lo ha pasado mal cuando las cosas no fueron bien en la ciudad y es por ello que el poder ganar un título supone una auténtica motivación para todos".

En el banquillo visitante se sentará Miguel Ángel Zapata, un técnico formado en el baloncesto granadino y que vivirá también un día especial en esta final. Zapata confía y destaca la experiencia de algunos de sus jugadores de cara a un partido como esta final: "La experiencia de jugadores como Carles Marzo, Álvaro Lobo o Luka Nikolic quienes estuvieron ya el año pasado en esa final de Copa que disputaron con el Óbila pero, ante todo, el poder contar con un todoterreno como Guillermo Rejón que ya sabe lo que es jugar este tipo de finales en la LEB Oro y que, a sus 40 años, aportará a los más jóvenes del equipo esa dosis de seriedad tan necesaria para poder afrontar una final."

Sobre el rival, Zapata destaca "el hecho de que van a jugar como locales en un pabellón que previsiblemente estará lleno ya que esto puede ayudarles a estar un paso por delante de nosotros".

Zapata espera una final "Realmente igualada y con una anotación alta" y confía en el apoyo de los aficionados alicantinos que se desplazarán. "Tienen unas ganas enormes de acompañar al equipo, de que consiga éxitos y de que pueda luchar por volver a ser el que fue", destaca el técnico del conjunto alicantino.