Los locales partían con la baja de un hombre que está siendo muy importante en play-off, Matthew Webster, debido a un golpe en el hombro en el primer partido de la final.

La baja del pivot local condicionaba la defensa sobre Todorovic, donde Vicens y Koffi se turnaban para defenderlo y tras ver que el jugador montenegrino podía con sus pares Rafa Sanz decidió echar mano de Juanma Ruiz, que apenas ha disputado minutos durante play-off.

Los catalanes salían enchufados de la mano del propio Todorovic, sacando ventajas importantes, pero el juego exterior de Ourense, con Alberto Miguel y Kyle Hill, acercaban a los locales a 4 puntos al final del primer periodo.

En el segundo cuarto Ourense amenazó con romper el partido. Juanma Ruiz conseguía al fin secar el talento ofensivo de Todorovic, además de anotar un triple en ataque que junto a la racha anotadora de Alberto Miguel (frecuente los últimos partidos) disparaban a los locales en el marcador. Si el partido en la cancha era interesante, lo era también en los banquillos. Rafa Sanz decidía jugar con 4 jugadores bajos, saliéndole bien la estrategia que permitía a Ourense irse 10 arriba en el marcador.

En el tercer cuarto la espesura ofensiva por parte de ambos equipos fue la tónica dominante. Prat se precipitaba en muchas acciones, donde solo Ventura conseguía mirar algo de aro con facilidad y casi siempre desde el tiro libre (8/9). Por parte local destacar el trabajo de Vicens y de Kyle Hill.

En el último cuarto la defensa seguía siendo lo mas destacado. Prat intentaba a la desesperada en muchas ocasiones acercarse, pero el nulo acierto exterior (3/24) de los jóvenes jugadores de la cantera del Joventut imposibilitaba cualquier atisbo de remontada. Ourense aprendió bien de experiencias pasadas y trabajó para rematar el encuentro desde la línea de tiros libres.

Agua de Sousas Ourense ha dado un paso de gigante de cara al ansiado ascenso, pero las semifinales contra Aurteneche deben servir como lección a los gallegos. CB Prat no está por casualidad en la final y, herido en su orgullo, venderá muy cara una posible derrota en su feudo.

CRÓNICA DE IAGO ESTÉVEZ