Alfonso Reyes se despidió ayer de Lugo y del baloncesto de élite.
Cuando fue sustituido recibió una prolongada y emotiva ovación por parte del público que se reunió en el Pazo Universitario dos Deportes.

El jugador cordobés declaró que “pasar una página muy importante en mi vida, como es el baloncesto, no significa que detrás no haya nada. Tengo muchas cosas que hacer y en la élite ha sido mi último partido. Otra cosa sería jugar para divertirme“.

Sobre la ovación recibida comentó que “ha sido impresionante, pero no sólo el público que viene al Pazo, sino todo Lugo. No me cansaré de repetir mi agradecimiento a esta ciudad“.

Reyes analizó sus tres años en Galicia y fue entonces cuando apuntó que “deportivamente han sido tres años duros por varias circunstancias; aunque yo creo que la clave fue lo que pasó el año pasado y por eso estamos aquí. Hay que hacer equipos, puede haber buena materia prima pero luego hay que saber cocinar y el año pasado el chef era un puñetero desastre que sigue haciendo barbaridades por ahí“. Preguntado por si se refería a Moncho López contestó que “” y que “llamarle chef es darle demasiada categoría. El primer año nos salvamos gracias a Charlie Bell, pero en el segundo Pete Mickeal no era ni la sombra de Bell“.

Reyes analizó su estado esta temporada. “Físicamente estoy bien, pero no sé qué pasa que no congenio con los últimos entrenadores. Me queda el consuelo de que los mejores técnicos que he tenido, que lo son también de España y de Europa, han contando conmigo“, dijo.

Fuente: El Progreso para Xesús Ponte