#BasketEspaña: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? (Parte I)

La realidad de la Federación Española de Baloncesto (FEB) es parecida a la de un animal de dos cabezas. Es una organización gigante y muy poderosa con dos cabezas corresponden a las dos realidades de las que vive el baloncesto FEB: la selección nacional y el resto del baloncesto. Sin embargo, aunque ambas cabezas comparten el mismo cuerpo, no se alimentan igual y eso hace que una está más débil que la otra.

Si miramos la gestión de las selecciones nacionales, deportivamente, tanto absoluta como en categorías inferiores, es espléndida: Han sido las dominadoras de prácticamente la última década. Han sabido sacar provecho de las grandes estrellas y han conseguido generar un negocio muy lucrativo alrededor de ellas con la marca “ÑBA”. Mientras tanto, en los despachos, han conseguido la presencia de todos los NBA durante más de una década, salvo en contadas excepciones, y han sabido como tapar el agujero del juego interior con las nacionalizaciones de Ibaka y Mirotic.

Sin embargo, no todo el baloncesto FEB es ÑBA y si empezamos a mirar por el resto de cosas que tiene a cargo la Federación, la situación no es especialmente buena: desaparecen equipos, desaparecen categorías enteras, hay problemas en las EBA con los desplazamientos, desciende el número de equipos profesionales, se acusa de “medallitis” y de adueñarse del trabajo de los clubes en el baloncesto de formación… 

Ligas Adecco LEB

Lo que eran

Llegó a ser considerada una de las mejores ligas de Europa. Varios equipos luchaban por entrar en la poderosa ACB y se gastaban cifras astronómicas para lograr el ascenso. Algunos equipos de copaban las primeras posiciones llegaban a invertir en jugadores cifras cercanas a los 300.000 euros, que son las que ahora pagan en ACB por los mejores jugadores en equipos aspirantes a playoff, lo que da a entender la circunstancia en la que nos encontramos ahora. Un ejemplo claro de este asunto es Richi Guillén, eterno MVP de la categoría. Podía haber optado por una opción ACB, pero la LEB le seguía compensando económicamente y prefirió permanecer allí.

Como en toda época económica boyante, la FEB se aprovechó de las ganas de invertir en el baloncesto que tenían las ciudades y en el año 2000 se creó la LEB Plata y unos años más tarde apreció la breve LEB Bronce. Ambas categorías buscaba el aumento de la profesionalización del baloncesto y, el aumento de nivel. Eso y sacar los beneficios económicos que implicaban: más fichas, distintas tasas, árbitros, etc. Este rasero acabó convirtiéndose en un cuello de botella que ahogó a los equipos con pocos recursos económicos. La LEB Bronce duró poco tiempo y la única que ha permanecido hasta ahora es la división de plata que cuenta prácticamente con los filiales ACB como equipos profesionales.

Lo que son

Como en todas los deportes, la crisis afectó. La financiación era la misma que en la ACB, pero con el agravante de jugar una segunda división en la que se podía recaudar mucho menos dinero y se tenía una masa social inferior. Fue entonces cuando empezaron a desaparecer equipos (Los Barrios, La Palma, Huelva, Lleida, León, Sant Josep, Alicante, Menorca… etc). Desde la FEB siempre se apuntó a la ACB como culpable del desastre, ya que la gran mayoría de desaparecidos tenía pasado en la primera división española, pero lo que se ocultaba la poco cercana a la realidad que se estaba en cuanto a tasas y la poca garantía de cobro que se pedía a los clubes.

En cuestión de un lustro, se pasó de tener más de 50 equipos profesionales a estar en 18. Desapareció la LEB Bronce, se redujo la cantidad de equipos de la LEB Oro de 18 a 14. La situación es tan límite que los clubes cuentan con presupuesto para formar plantillas de jugadores mileuristas, algo que ha confirmado recientemente Joan Riera, jugador del CB Melilla, en su cuenta de twitter recientemente: “declaraciones”. 

La sensación de abandono de la categoría es más que evidente. Las dos últimas temporadas no ha podido ascender ningún club por deportivamente en sus plazos. Dos de los ascendidos han acabado desapareciendo la temporada siguiente (Menorca y Alicante). El sempiterno Darryl Middleton acabó explotando este verano tras la desaparición del Sant Josep con una carta en nuestra web donde decía que no podía más y que podía verse forzado a retirarse porque no había clubes en España que le ofreciesen garantías de cobro. 

El ejemplo más claro de todo lo expuesto es la situación que vivió la pasada campaña el Força Lleida. Este club ha sido refundado en dos ocasiones para no hacerse cargo de las deudas contraídas con anterioridad y se le ha permitido competir desde la FEB a pesar de ello. Según ElCapitaenciam en su blog “El Contraataque”, los jugadores firmaron un contrato y en la Federación se ingresó otro totalmente distinto y con otras condiciones. Y aún así, el Lleida sigue compitiendo en LEB Oro.

Sin ir más lejos, el último suceso destacado ha sido cambiar la normativa de la liga con ésta empezada, provocando situaciones de confusión en los partidos y una larga lista de quejas por parte de los entrenadores y jugadores.

Las categorías inferiores y el Método FEB

Desde hace tiempo se ha instaurado un discurso muy pragmático: lo que vende son los títulos. Las categorías inferiores de la selección han sido las más exitosas de Europa (y diría que Mundiales) durante la última época. Sin embargo, desde muchos lados se ha tratado con algo de escepticismo esta “medallitis”, ya que luego estos resultados no se ven reflejados en los jugadores que luego llegan a profesionales.

En Solobasket ya tratamos el tema de la cantera y vimos que la situación no distaba mucho del resto de realidades por la situación económica. Sin embargo, aquí queremos destacar el resultadismo del Método FEB. Éste se adueña del trabajo que realizan los clubes durante 10 meses al año para exponerlo como medallas cuando llega el verano y tienen cuenta, sin importar la forma de conseguirlo. ¿A qué me refiero con esto? Principalmente a utilizar jugadores en posiciones en las que seguro que no jugarán en profesionales por distintas cuestiones para sacar el mejor rendimiento posible para conseguir la victoria. También podemos hablar de la importancia de los sistemas por encima del desarrollo individual del jugador en contextos adversos.

Algo que si sería muy positivo para los jugadores en formación y que todavía no ha hecho es crear una categoría intermedia antes de dar el paso a profesionales. Intentan que la LEB plata cumpla esa función, pero no está bien planteada ni ayudan al crecimiento personal y profesional del jugador. Este vacío está produciendo la inmigración de jugadores a otros sistemas para poder seguir creciendo, como el americano. Juan Cobos ha recopilado una lista para Hoopspain de los jugadores españoles que han decidido ir a Estados Unidos para continuar su formación en NCAA D1, D2, D3, NAIA, Junior College o High School que supera los 50 jugadores. Cada vez son jugadores más importantes, como el caso de Sebas Sáiz, uno de los mejores jugadores de la selección Española u’19 que se ha marchado a la universidad de Ole Miss. 

Ahora mismo el destino de un jugador español con talento es, o bien jugar pocos minutos en un ACB o jugar en categorías de poco nivel y en clubes con situaciones económicas dramáticas en las LEB. ¿Es beneficioso este contexto para un jugador en formación? Yo lo dudo.

La figura de José Luis Sáez

El corazón de esta organización, sin duda, es su presidente: Jose Luis Sáez. Se le puede considerar, sin lugar a dudas, como el ‘culpable’ de todos los éxitos conseguidos en su papel en los despachos.

Sáez es un personaje que no deja indiferente a nadie. No tiene miedo a nadie, tal como mostró en su enfrentamiento con el presidente del COE, y siempre ha sido muy activo en su cuenta de twitter, aunque parece que ahora ha cedido poderes a un Community Manager. Es cercano y ha sabido como venderse. Se prodiga bastante con la prensa, la cual le adora y le trata genial, al igual que a la Federación. Desde Sostres (“La Humanidad avanza cuando un hombre se levanta y marcha hacia sus limites…”) hasta Jesús Sánchez (“La España cainita no se merece a la ÑBA”), pasando por Tomás Roncero (“Jose Luis Sáez es un rebelde con causa del baloncesto español”. Estas alabanzas también han tenido su contrapartida en el aspecto negativo. Pocos osan a hablar de las cosas que no funcionan en la FEB. 

Quizás, lo que más haga destacar a Sáez sobre otros dirigentes en su protagonismo alrededor de todo lo que mueve la FEB. La web ha tenido épocas en las que ha estado presente en todas las noticias publicadas. También tiene una columna llamada “Los lunes del Presidente” donde predica la palabra del Método. Por no hablar de su presencia en los carteles cuando el equipo nacional ha ganado títulos en los que se encuentra con los jugadores y el entrenador.

Sin embargo, esta faceta también le ha jugado malas pasadas. El ejemplo más claro fue el de “los 15.000 euritos (video en el enlace a TUBASKET) de prima que concedió a cada jugador de la selección u’20 tras ganar el  Europeo en 2010. Echen cuentas, 15.000 x 12 jugadores + el cuerpo técnico que me imagino que tendría cifras similares a éstas. Luego empiecen a recordar las tasas para inscribir jugadores, el cuello de botella de las ligas Oro, Plata y Bronce, la desaparición de los equipos…etc. También ha tenido algunos problemas con las fotos en las celebraciones de los éxitos. La última de ellas fue tras el oro del Europeo femenino disputado en Francia donde se subió una foto a twitter del presidente junto a dos jugadoras fumando un puro mientras bebían una copa (foto, que por cierto, ya ha desaparecido de las redes sociales). Esta imagen contrasta mucho con la dramática situación que pasan los clubes para los que también trabaja.