Cuando el pasado verano el equipo cántabro hacía pública su renuncia a la Liga LEB Oro lo hacía culpando a la crisis económica de su reducción de ingresos publicitarios e institucionales, pero dejando abierta una puerta a la esperanza al declarar su consejo de administración que "El Cantabria Baloncesto SAD mantendrá sus derechos deportivos  para jugar en la ACB y no descarta poder confeccionar un proyecto competitivo en el futuro, si se dan las condiciones económicas adecuadas".

Tan sólo unos días después, y por arte de magia, esas condiciones parecieron cumplirse de nuevo, y los santanderinos lograban una plaza para competir en la Adecco LEB Bronce. Los rumores en el mundo del baloncesto cántabro comentaban una presunta salida del equipo en LEB Bronce con el único fin de poder afrontar así el contrato de Salva Camps, que no llegó a un acuerdo de rescisión tras la renuncia a la LEB Oro y que mantenía una ficha con sueldo de jugador ACB, rumor que se acrecentó cuando se empezó a rumorear la presunta posibilidad de que la relación entre jugador y club pudiese acabar en los tribunales.

Con todo esto, el conjunto cántabro realizó una plantilla a base de jugadores cántabros, y sin apenas realizar pretemporada, algo también habitual, se presentó en su primer amistoso con un plantel formado por 9 jugadores: Michael Crowell, Salva Camps, Carlos Blanco, Miguel Carrasco, Edu Argos, Gerald Robinson, Stuart Creason, Txomin López y Pablo Sánchez.

Con el inicio de la temporada se incorporó a Anderson Schutte, y se dio la baja al primer jugador, el corte del primero de ellos, dejando en la cuerda floja al segundo.

A todo esto le siguió la baja de su estrella Salva Camps, con unos problemas musculares en una rodilla de los que el club no ha dado a conocer su alcance, pero que le hicieron perderse ya el partido del pasado fin de semana; y la baja de Carlos Blanco, que con una rotura en un dedo se perderá los partidos restantes hasta el próximo 2009. Esto dejaba al equipo la semana pasada con apenas 7 jugadores para afrontar el encuentro ante Ávila donde los cántabros terminarían perdiendo. Pero la situación se ha agravado aun más durante esta semana, donde los cántabros han visto como Crowell y Anderson Schutte no han podido entrenar con normalidad por diversas molestias, siendo ambos seria duda hasta última hora de la tarde de hoy, y pudiendo dejar al equipo con tan sólo 5 efectivos para el partido de esta tarde ante el Menorca. La ausencia de categorías inferiores o equipos base, impide a los santanderinos la posibilidad de reforzarse con algún recambio de última hora para dar descanso a su cinco titular.

Posibles refuerzos: Edu Ruiz

Pese a la escalonada y progresiva pérdida de efectivos, el club no ha encontrado aun piezas de recambio en el mercado. El técnico Quino Salvo ha pedido por activa y por pasiva en la prensa cántabra la llegada de refuerzos, e incluso, en un rotativo local comenta en el día de hoy la dificultad que supondrá el afrontar el partido con tan sólo 5 jugadores.

Pero parece ser que hasta el parón navideño no llegarán los refuerzos para el Lobos. Lejos ya la posibilidad de Alex Gómez, uno de los primeros jugadores que podría vestir su camiseta sería un viejo conocido, Edu Ruiz, quien ante la desaparición del Lobos el pasado verano, firmó por el Pas Piélagos de Liga EBA. Ya en el tiempo estival, Solobasket se hizo eco de un posible interés de los cántabros en firmarlo, dificultado por una alta cláusula de rescisión. Ahora, tras tres meses de competición, su club, el Pas Piélagos, no está muy contento con la aportación del jugador a la plantilla y podría estar barajando la posibilidad de darle de baja. Incluso en un programa de Radio regional (Radio Rabel), un directivo de Pas Piélagos confeso la posibilidad de una salida para el jugador siempre y cuando encontrasen un recambio de garantías.

De este modo, el interior podría ser el primer refuerzo de una plantilla que ve afectado su día a día con la escasez de efectivos. Próximos capítulos en días venideros…