Con la victoria de Comercial ULSA CBC Valladolid ante HLA Lucentum quedan definidas las semifinales de la LEB Plata 2016-17. Las series de cuartos de final nos han dejado que solo Covirán Granada ha sido capaz de mantener el factor cancha en esta primera ronda, mientras que Zornotza, Morón y CBC Valladolid consiguen colarse en semifinales tras unas emocionantes series en las que han superado a rivales con ventaja de campo.

HLA LUCENTUM 66 – COMERCIAL ULSA CBC VALLADOLID 68
Los de Paco García lograron doblegar a un HLA Lucentum que se volvía a traer la serie a Alicante, ante un Centro de Tecnificación que presentaba la mejor entrada de los últimos años con cerca de 3000 espectadores y que vivieron un cruel final a una serie en la que los pucelanos fueron superiores en el cómputo general.
El encuentro comenzaba con una primera mitad en la que CBC Valladolid marcaba el ritmo de partido, impidiendo situaciones cómodas a HLA Lucentum y con una gran efectividad ofensiva de jugadores como De la Fuente (24p) y Astilleros (14p). El Lucentum no conseguía entrar en partido y a duras penas podía evitar que la desventaja se fuera hasta los 15 tantos. Al descanso el 24-41 parecía complicar el triunfo local pero tras el descanso el Lucentum encontró el acierto exterior y el equilibrio que necesitaba y consiguió remontar cerca de 20 tantos de desventaja. Lobo (25p) y Marzo (11p) anotaban, Rejón (9p, 8r) se multiplicaba en la zona atrayendo ayudas y generando espacios y la afición rugía con la remontada. El partido llegaba al tramo final muy igualado y los alicantinos cometieron varias imprecisiones que les acabaron costando el partido, a pesar de tener una última acción para forzar la prórroga en la que Alex Reyes falló una bandeja clara que desataba la euforia en los pucelanos y silenciaba el pabellón.
El dramático final de partido dejaba a un desconsolado Alejandro Reyes llorando apoyado en la base de la canasta tras fallar una bandeja franca. En el otro lado de la pista Guillermo Rejón se arrodillaba también lamentándose de la derrota. Pero apenas cinco segundos hicieron falta para que el veterano jugador del Lucentum se levantara y fuera corriendo hasta el otro extremo de la cancha para recoger a Alejandro Reyes y arrastrarlo literalmente al centro de cancha mientras le abrazaba, en un gesto de gran capitán. También se iba al banquillo y hacía lo mismo con Álvaro Martín, que acababa el partido con un vendaje en su gemelo por una sobrecarga y que también era arrastrado al corro del centro de la pista por un Guillermo Rejón que, a sus 40 años, posiblemente estuviera viviendo sus últimos instantes como profesional.
Destacar también la grandísima actitud del rival, con Sergio De la Fuente a la cabeza, que fueron también a animar al jugador del HLA Lucentum, que seguía desconsolado.
