Cómo el baloncesto le dio la espalda a ICG Força Lleida

  • Gustavo Aranzada: "¿Tenemos que pedir perdón por habernos contagiado?"
  • Escrito de Toni Nogueras

Un lanzamiento en el último segundo que no entra, una racha de resultados negativos, una mala planificación de plantilla o la lesión de varios jugadores en el momento clave. 

Esta es una lista de algunos de los motivos más frecuentes por los que un equipo finaliza una temporada descendiendo. Pero este año hemos sido testigos de una causa para perder la categoría que, hasta la temporada 20/21, era inédita: La COVID-19

Y es que, el pasado domingo, ICG Força Lleida se convirtió en el primer equipo que desciende por motivos directamente relacionados con las secuelas de la infección de la plantilla por coronavirus. Y puede que no sea el último.

En este post queremos argumentar cómo el equipo catalán pasó de ser uno de los “cocos” de la Conferencia Este a ser equipo de LEB Plata, en solo dos meses.

Cómo la COVID-19 cambió el rumbo de ICG Força Lleida

Giremos las manijas del reloj en sentido contrario unos cuantos meses. Exactamente hasta llegar a la jornada 16 de la Fase 1 de LEB Oro, en la que ICG Força Lleida ocupaba la sexta plaza en la tabla, empatado con CB Almansa, siendo el único equipo que había vencido los dos partidos al líder, en ese momento, de la Conferencia Este (COVIRAN Granada).

El equipo ilerdense jugaba frente a ZTE Real Canoe, en el Pez Volador, el partido de la segunda vuelta, teniendo pendiente el partido de ida, que debía haberse disputado en el mes de noviembre, pero se aplazó por el protocolo COVID, tras dar positivo un jugador de Palmer Alma Mediterránea Palma (último rival de ICG Força Lleida).

El cuadro catalán se impuso por un contundente 68-93 y encarrilaba las dos últimas jornadas con confianza, ya que sus rivales eran equipos que estaban por debajo en la clasificación: Huesca, Girona y Canoe (pendiente).

Pero todo cambió el 26 de febrero, día en el que se confirmaba el positivo de hasta 8 jugadores de la plantilla del conjunto entrenado por Gustavo Aranzana. Seis de ellos tuvieron que pasar por el hospital, alguno con problemas de bronquios y el protocolo sanitario obligó a confinarse a todo el equipo. 

Viendo la situación así expuesta, el problema tenía fácil solución; Esperar los 10 días que marcaba el protocolo y recuperar más adelante, como ya había sucedido en otras ocasiones de la temporada, los partidos que se vieran afectados por la situación.

Con lo que no se contaba en los primeros minutos, tras conocer la noticia, era en el apretado calendario que la Federación Española de Baloncesto y la normativa de la temporada de LEB Oro había impuesto y que no iba a modificar, bajo ningún concepto.

Esto colocaba a ICG Força Lleida en la peor de las situaciones, ya que deberían jugar 3 partidos en cuatro días. Todo esto, sin poder entrenar con la plantilla al completo por la situación tan especial en la que estaban y jugándose todo el trabajo hecho desde septiembre.

El 11 de marzo, día previo al primero de estos tres encuentros, Gustavo Aranzana salía en rueda de prensa para exponer su indignación ante la situación y poniendo en duda la capacidad de la FEB para gestionar un problema que afecta a uno de sus equipos. 

"¿Tenemos que pedir perdón por habernos contagiado? – Preguntaba el entrenador vallisoletano durante su rueda de prensa.

Una victoria y dos derrotas como balance de esos cuatros días terminó con las opciones del equipo catalán de estar en el grupo de ascenso y tendría que pelear por la permanencia y los Playoffs en el grupo permanencia de LEB Oro.

ICG Força Lleida no fue capaz de levantarse del duro golpe

Pese al varapalo de quedarse fuera de la lucha directa por ascender, ICG Força Lleida empezaba la Fase 2 como segundo clasificado, al arrastrar las victorias y derrotas con sus rivales de grupo en la primera fase.

Pero en la pista las sensaciones no eran buenas. Tres derrotas en los primeros cuatro partidos alejaban a los catalanes de la primera plaza y, por ende, de los PlayOffs, mientas el abismo del descenso asomaba por el horizonte.

La recta final iba a ser complicada, ya que los resultados positivos de Levitec Huesca, Melilla Sport Capital y Cáceres complicaban la situación de los ilerdenses, que ganaban en Burgos, sabiendo que todo se iba a decidir en el partido de la jornada 18, frente al conjunto melillense, que decidiría cual de los dos equipos bajaría a LEB Plata y quien se salvaría.

El Pabellón Javier Imbroda de Melilla se convirtió en el lugar donde se culminaría el desastre. La derrota ante Melilla Sport Capital (67 – 61) sellaba el pasaporte rumbo a LEB Plata, categoría en la que nunca ha estado, desde que el club se fundara en el verano de 2012.

Tras certificarse el duro golpe, se han rescindido los contratos de la gran mayoría de los jugadores de ICG Força Lleida y se anunció el fin de la relación profesional entre el club y Gustavo Aranzana. Todo de cara a la nueva etapa a la que se va a enfrentar el equipo del Barris Nord.

La pandemia ha cambiado por completo nuestras vidas y, más de un año después, nos sigue demostrando que no controlamos nada respecto a las distintas secuelas que nos puede dejar. ICG Força Lleida, más allá de la salud de sus deportistas, ha descubierto los efectos negativos del coronavirus sobre el mundo de la competición. 

El baloncesto ha sido injusto con el conjunto catalán, dándole la espalda cuando más lo necesitaba. Pero el deporte profesional es así, no regala nada y no perdona.

¿Tenemos que pedir perdón por contagiarnos? No Gustavo, no. 

 

by Toni Nogueras

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Comentarios

Conociendo a la FEB, si los equipos de Oro hacen piña habrá 20 equipos. Además, a mí no me cuadran las cuentas. Con 3 ascensos de Plata me salen 19 equipos en Oro la próxima campaña. Y si sólo subieran 2 me salen 18 en Oro pero 29 en Plata en vez de 28. El sistema 20 en Oro y 28 en Plata me parece el más apropiado.

El Covid es una excusa como otra cualquiera, como culpar a las lesiones, por ejemplo. Las circunstancias han sido las mismas para todos. Siempre hay dos que ocupan la penúltima y la última posición, con Covid y sin él. En una liga tan igualada como ha sido la LEB Oro este año, cualquiera podía haberse ido a la cola, y les ha tocado a Lérida y Orense, o a los que les haya tocado.
Lo que es difícil de entender es que haya descensos de Oro a Plata, del "profesionalismo" al "amateurismo". Ahí debería haber un corte, así hubiera 35 equipos en Oro (se organizan por grupos o "conferencias" y andando). Para ir de Plata a Oro, deberían exigirse ciertos requisitos económicos y de infraestructura, y el que pueda, que participe. Bajar de ACB a LEB Oro ya es un palo, pero hacerlo de aquí a Leb Plata es casi la muerte de un proyecto.

Nadie tiene la culpa de los estragos del covid. Estaba claro que algún equipo se vería más afectado y así ha sido y hay que aceptarlo. Supongo que habrá habido bastantes casos duros y como ej. el Gernika de LFE jugó 5 partidos en 7 días para cerrar la LR. Nadie se quejó. Descenso también duro para Ourense de Gonzalo Garcia de Vitoria. Buenos proyectos que se complican y que se pudo evitar si los clubs de Leb oro hubiesen solicitado una liga de 20 equipos para la próxima temporada. PD. Creo que Estudiantes jugará su último partido con 7 jugadores del primer equipo. Hay que seguir con ilusión, esfuerzo y solidaridad.! ÁNIMO A TODOS.