Lleno hasta la bandera en el CUM Carlos Sastre. El color verde inundaba y daba vistosidad a las gradas en un partido que transmitía ambiente festivo, aunque finalmente Marín Peixegalego no permitió que la afición local pudiera disfrutar de un triunfo de su equipo.

Marín Ence Peixegalego se lleva a Galicia el título que supone el primer título del club marinense en un partido que dominó desde bien temprano.

El partido arrancaba con un ritmo frenético. Navajas abría el marcador con un triple. Carles Marzo daba la réplica con cinco tantos consecutivos. Navajas volvía a anotar un triple. El gran ambiente de las gradas transmitía intensidad a la cancha. El juego se basaba en el juego exterior. Sin balones a la pintura, eran los triples, recuperaciones y contraataques los que marcaban los primeros minutos de una final vistosa y disfrutada por las aficionados que abarrotan el CUM Carlos Sastre de Ávila.

A medida que avanzaba el encuentro las defensas iban ajustándose y la intensidad subía. Marín alternaba defensas y conseguía poco a poco hacerse con la iniciativa del encuentro con un 11-16 que obligaba a David Mangas a pedir un tiempo para revertir la situación. El primer periodo acababa con un 3+1 de Mbamalu que dejaba el marcador en un 17-20.

Los locales intentaban acercarse en el marcador pero la velocidad de la línea exterior de Peixegalego complicaba mucho el trabajo defensivo a los de David Mangas. Aparecían Green y Rogers. Pantín empezaba a hacer daño cerca del aro y la ventaja de los visitantes se iba hasta los diez puntos en el minuto 17 de partido (25-35). El dominio visitante se consolidaba y Marín se iba al descanso con la máxima renta (32-45).

Tras el descanso el juego se espesaba y se llenaba de imprecisiones. Más de dos minutos hizo falta para que se anotara la primera canasta de la segunda mitad. Un triple de Adón ampliaba la renta visitante hasta los 16 tantos. Los locales acumulaban pérdidas y los nervios empezaban a aparecer. Tuvieron que pasar cuatro minutos para que Ávila estrenase su casillero en el tercer periodo. Dos acciones consecutivas de Javonte Green levantaban a los 150 aficionados gallegos en las gradas y la ventaja visitante rozaba los 20 tantos (34-53) y el fantasma del partido del pasado sábado sobrevolaba en el ambiente. Con más coraje que cabeza, el equipo local intentaba engancharse al partido. Se llegaba al final del tercer periodo con 47-61.

Los locales no querían vender barata su derrota y un triple de Marzo acercaba a los locales hasta los 11 tantos de desventaja (54-65). La afición local despertaba y Marzo desaprovechaba un lanzamiento para reducir la desventaja a 8 tantos y Ferreiro castigaba con un triple y silenciaba las gradas. El tiempo corría y jugaba en contra de los locales. Marín manejaba el tempo de partido y gestionaba su renta sin que Ávila llegara a tener opciones reales de culminar la remontada. Un triple de Marzo conseguía reducir la renta a 8 puntos en el último minuto, pero era tarde y Marín cerraba el partido con dos tiros libres de Adón que colocaban el 66-76 definitivo que llevaban la Copa a tierras gallegas.