Ayer se disputaba en Pumarín la Copa Princesa. UF Baloncesto Oviedo se lleva el triunfo tras un intenso y competido partido. Os dejamos hoy la crónica más cercana, realizada por nuestro enviado especial a Oviedo y las mejores imágenes del encuentro, en la galería realizada por Alberto Nevado para FEB.
GALERÍA DE IMÁGENES (ALBERTO NEVADO-FEB):
La crónica de Juan Carlos Iglesias (@juancaraqk)
Una hora antes del partido el ambiente ya era impresionante, los banquillos estaban en el lado contrario al habitual y las cámaras, como durante tanto tiempo se había demandado en Pumarín, enfocaban a la grada de manera que todos los telespectadores pudieran visionar la increíble pasión que se vive en las gradas de Pumarín y que no por comentada en muchas ocasiones no deja de ser única.
Ganar a Burgos dos veces en 15 días y más con la baja de Dani Pérez sonaba casi a utopía, el premio de disputar la Copa y en casa ya era suficiente pero los hombres de Marco no parecían estar contentos con sólo eso. Salieron los locales muy entonados tanto en ataque, aprovechando los tiros liberados que permitía la conservadora defensa de los hombres de Epi, hasta 4 triples anotaron los asturianos en el primer cuarto frente a la individual y la zona visitante, como en defensa, donde eran capaces de frenar la calidad de Huskic, al que además cargaban con 2 faltas y anular a los tiradores para que Burgos se fuese al banquillo tras 10 min. con desventaja de 9 puntos (27-18) y sólo 1 de 4 en tiros de 3.
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Con el segundo cuarto entraron en escena nuevos espadas que no hicieron sino subir el nivel, Fabio asistía y anotaba para llevar al OCB a su máxima ventaja 30-18 a 7:25 para el descanso, pero Steinnarson y Jorge García conseguían estrechar las diferencias tirando de canastas cerca del aro y experiencia para poner el 30-24 pero la irrupción de Barro para frenar a Jorge y la continua producción de Loffberg en ataque estirarían de nuevo las distancias hasta el 42-33 del descanso.
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La reacción de Burgos tenía que llegar y llegó, de la mano de las defensas alternativas de Epifanio, que al contrario que en el primer cuarto si surtieron efecto y del buen hacer en ataque de Javi Vega y Alex López que anotaban 7 y 8 puntos respectivamente en este cuarto para ajustar el marcador. En el conjunto asturiano Salvó seguía produciendo en ambos lados de la pista (14 puntos y 4 rebotes acumulaba en 3 cuartos) para que los locales no perdieran la delantera en el encuentro (59-57 al final del tercero).
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A 4:57 para el final, el momento de los Hombres había llegado, Burgos se colocaba por delante por primera vez en el partido gracias a un triple de Javi Vega, que en ese momento parecía una losa vista la buena defensa burgalesa y los problemas para superarla de los de Marco. El tiempo muerto de Carles vino acompañado de la entrada de Fabio Santana y cuando más quemaba el balón y menos jugadores encontraba el Oviedo con la confianza para tirar del carro, ahí apareció el canario para con dos triples, solo destinados para los más valientes, castigar dos pick and roll defendidos con defensor pasando por detrás (72-67). Se hizo la luz, la luz que siempre se disfruta en Las Palmas de Gran Canaria.
En Burgos también había hombres y nombres para destacar y Huskic, que llevaba un partido bastante gris, anotó dos canastas cerca del aro que volvieron a meter el miedo en el cuerpo a la parroquia local (74-73 a 1:16 para el desenlace). Pero las estocadas decisivas estaban por llegar, y no podían ser dadas por otro jugador que el jugador con más “cara” y menos vergüenza de la Liga, el hombre que siempre desatasca, el hombre que siempre la pide, que siempre la quiere, que siempre se ofrece para finalizar las jugadas… Johann Loffberg, el cuál con un canastón en penetración y una asistencia, tras otra valiente penetración, a Sonseca dejó visto para sentencia el choque. Salvó y Víctor Pérez cerrarían el encuentro desde el 4,60m, para redondear un 80-77 que ya es historia del baloncesto carbayón y asturiano.
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El primer título en la historia del baloncesto Asturiano ha llegado por fin, no ha sido fácil, han sido muchos años de sinsabores y proyectos con pies de barro que terminaban con duras desapariciones, como en el resto del país. Oviedo ofrece algo diferente, una muy buena gestión de recursos, escasos recursos y una fusión perfecta entre un club que quiere acercarse al profesionalismo sin abandonar su idea inicial de equipo familiar, siempre familiar. Quizás por eso en Pumarín al finalizar hubo muchos abrazos, abrazos entre gente que lleva muchos años apoyando y trabajando por un proyecto que de tan exitoso parece que no es real. Unos pocos siguen al equipo desde categorías regionales, otros se han apuntado más tarde, pero todos, absolutamente todos han aportado su granito de arena para que este club, este muy humilde club sea un referente. El cántico al unísono de la afición de Pumarín “Esto es Pumarín” al final del encuentro a la orden del speaker, vuelve a dar la razón una vez más a aquellos que apoyaron contra viento y marea la elección de este vetusto pabellón como sede de la Copa más pasional de la historia de la Leb Oro.
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MVP: Miquel Salvó 26 de val. El ala-pívot catalán estuvo enorme en ambos aros, tanto en ataque jugando abierto o cerca del aro, como defendiendo con enorme intensidad a Javi Vega (bailar con la más fea). A falta de 51 seg. y con 74-73 para los ovetenses y balón para Burgos fue capaz de echarse al suelo para anticipándose cortar un balón que iba a Javi Vega en el poste bajo y que podía haber puesto a Burgos por delante en un momento determinante del encuentro. Salvó, decisivo hasta el último momento. Merecido MVP.
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