Son tiempos difíciles en todos los ámbitos y el baloncesto no escapa a la crisis. El último ejemplo al que asistimos es la noticia que publica Diari de Girona de la desaparición definitiva del CB Sant Josep, club que recogió el testigo del CB Girona después que en la temporada 2008 tuviera que renunciar a seguir en la ACB tras las enormes deudas generadas en la etapa en que Akasvayu fue patrocinador del club.

Tras dejar atrás la ACB, el proyecto del baloncesto en Girona arrancaba en LEB Bronce pero, un año después, dio el salto a la Adecco Oro al ocupar el hueco dejado por el Vic. Tres temporadas en Adecco Oro en las que llegó a disputar las semifinales de los Playoff en 2011, hasta que en 2012, acosados por las crecientes deudas, el club decidió salir en EBA.

Con la decisión tomada por la directiva del club se pone fin a una larga trayectoria de baloncesto en Girona. Al final de esta temporada se desmantelarán todos los equipos que tienen la marca "Sant Josep" (EBA, junior y cadetes) y se cerrará un etapa que tuvo grandes momentos, con dos décadas en la ACB que terminaron tras sus tres mejores temporadas en el aspecto deportivo, que coincidieron con la gran inyección económica que supuso la entrada de Akasvayu y que llevó al club gerundense a disputar tres Playoff ACB consecutivos, tres Copas del Rey e incluso a conseguir un título europeo al vencer en la Eurocup 2007.

La llegada de la empresa vinculada al sector inmobiliario propició un enorme salto de calidad en el club, que supuso la llegada de jugadores de primer nivel como Fran Vázquez, Raül López, Gregor Fucka, San Emeterio, Marc Gasol… y que fue dirigido por Svetislav Pesic. Una época dorada en lo deportivo que, sin embargo, ha hecho pagar un caro peaje a una ciudad y a una afición que vio como pasaron del cielo al infierno en pocos meses.

El club catalán engrosa la lista de clubes con pasado ACB que acaban disueltos o relegados a renacer en categorías inferiores. Casos como los de CB Granada, Menorca Bàsquet, Baloncesto León, Tenerife o Cantabria son cada vez más comunes. Clubes a los que diversas situaciones les han acabado condenando a la quiebra, dejando a sus ciudades huérfanas de baloncesto de élite.