En esta entrevista hablaremos con Jorge Bilbao. Un jugador formado en Estados Unidos, más concretamente en Texas-Arlington y que tras su debut como profesional en Polonia, se encuentra en las filas del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, con quien disputa la segunda máxima categoría del baloncesto español. Este jovén interior se encuentra en un notable periodo de evolución y en lo que va de campaña ha logrado acumular unos guarismos de 8 puntos y 5 rebotes por choque gracias a su esfuerzo diario y su espíritu luchador.
Desde el equipo de Solobasket queremos agradecer tanto al club como al jugador por las facilidades dadas y el buen trato a la hora de realizar la entrevista.
P: Te formaste en Estados Unidos de la mano de Texas-Arlington, ¿cómo valoras tu experiencia?
R: Una experiencia increíble en todos los ámbitos. Pude experimentar de primera mano como se vive el baloncesto NCAA de División 1, jugar y ganar en campos históricos contra algunas de las estrellas de la NBA hoy en día, ganar un título universitario, ver todo el trabajo necesario para tener una oportunidad de llegar a la élite, sacarme una doble titulación universitaria y hacer amigos y amigas para toda la vida. En definitiva, una grandísima experiencia tomando una decisión bastante arriesgada en su momento, pero que sin duda fue la mejor de mi vida.
P: En cuanto al nivel de la liga universitaria, ¿cómo la definirías?
R: El nivel es sin duda muy alto. Lo que más me impactó al llegar fue el físico y las cualidades de básicamente cualquier jugador en la NCAA, y me llevó un tiempo adapatarme a ello y ponerme a tono físicamente también. Los jugadores tienen un nivel altísimo de técnica individual y es algo que trabajan muchísimo y que se nota a la hora de jugar. El estilo de juego es distinto del europeo, abusando por lo general más de individualides pero el nivel táctico es también alto ya que hay entrenadores que trabajan a sus equipos hasta la saciedad. El mío, Scott Cross, era un obseso del trabajo duro y es por lo que ha tenido una gran carrera hasta ahora. Teníamos decenas de sistemas, variantes defensivas y tácticas distintas, y jugadas especiales para cualquier tipo de situación. Es esa obsesión por el trabajo la que le hace un gran entrenador.
P: Tu primer contrato como profesional fue en Polonia, ¿cómo surgío?
R: Al terminar mi carrera universitaria no cerraba las puertas a jugar en ningún sitio. Hubo conversaciones con equipos ACB pero no fructificaron, y dado que mi agencia, YouFirst, trabaja en distintos mercados de todo el mundo, se interesaron por mí desde Varsovia y me ofrecieron empezar mi carrera profesional allí.
P: ¿Cuales fueron los factores que te ayudaron a decantarte para firmar por el Legia?
R: Fueron varios factores. Era una oferta para jugar en una primera división europea, para tener importancia desde el principio en un proyecto secundado por el fútbol y que sin duda estaba en crecimiento. Tenía 22 años y tenía claro que me quedaba muchísimo por mejorar como jugador, y la mejor manera de hacerlo es en el campo jugando. Era una oferta atractiva tanto deportiva cómo económicamente y decidí embarcarme en una nueva aventura en tierras polacas.
P: ¿Cómo valorás tu experiencia en Polonia?
R: Fue una experiencia muy dura por las lesiones, pero con la que recibí un máster de cómo funciona el baloncesto profesional ya desde el principio de mi carrera. La lesión del hombro fue desafortunada, pero pude recuperarme perfectamente y terminar jugando la temporada a buen nivel aún sin tener ritmo de juego todavía. Ya con la renovación firmada por una temporada más, llegó el problema de la espalda y la infección que me inocularon en el hospital y casi me aparta de las canchas para siempre. Pero tras más de 8 meses durísimos en los que no se veía la luz al final del túnel, por suerte todo mejoró, pude dejar atrás ese incidente e incluso me repescaron desde Varsovia para poder echar una mano al equipo en el día a día y ayudar en los playoffs mientras me seguía recuperando y poniendo a tono de competición. Tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas, pero me he llevado aprendidas lecciones que podré utilizar el resto de mi carrera.
P: De una universidad humilde como UTA a Polonia y de ahí, a Cáceres. ¿Qué te otorgó la liga polaca para tu llegada a Cáceres? ¿La consideras una liga buena para que un rookie pueda dar el salto a una de mayor nivel?
R: Me hizo experimentar lo que significa ser un profesional y las partes buenas y sobre todo malas de este negocio. Mi entrenador en Polonia, Tane Spasev, era alguien muy metódico y que tenía claro como debía funcionar un club profesional que quiere crecer y sobre todo cómo deben actuar los jugadores en dicho club. Me enseñó mucho, y me preparó para futuras experiencias profesionales. Es una buena liga para los rookies ya que no tiene tanto rigor táctico cómo por ejemplo la LEB Oro y en la que los jugadores pueden lucir bien y progresar, lo que les facilita dar el salto a otra ligas aún mejores.
P: Ahora que estás en España, ¿Que te parece la liga en cuanto a nivel? ¿ El nivel de LEB Oro te parece mayor al de la liga Polaca?
R: Son ligas distintas, ya que en la liga polaca hay mucha diferencia entre los mejores equipos de la liga y los de abajo y en la LEB Oro las cosas están más igualadas y equilibradas. Los mejores equipos en Polonia juegan competiciones europeas y competirían en ACB mientras que los peores serían de media tabla para abajo en LEB Oro. Hay clubes con buen potencial económico y eso sube el nivel de la liga polaca.
P: La LEB Oro ¿Ofrece garantías competitivas a un jugador en formación o es demasiado exigente?¿Piensa que deberían existir ligas de formación en España como la NCAA?
R: La LEB Oro es una liga profesional en la que premian los resultados por encima de la formación. Todos los clubes tienen objetivos que cumplir y la exigencia es muy alta tanto para jugadores como para entrenadores, por lo que es un ambiente complicado para formar a deportistas jóvenes. Sería muy bueno para muchos de estos jugadores tener una liga de formación parecida a la NCAA, pero lo veo sumamente complicado ya que son muchos los clubes en categorías de más abajo cómo por ejemplo la EBA que premian más el resultado inmediato y obtener el mayor número de victorias posible que desarrollar adecuadamente a sus promesas.
P: ¿Cómo te sientes a nivel personal en esta liga? ¿Cómo valoras tu rendimiento?
R: Me siento agusto en esta liga. No hay partido fácil y hay que salir sin relajarse y a competir con el cuchillo entre los dientes contra todos los equipos, algo que personalmente me encanta. Me llevó un tiempo familiarizarme con la competición, la manera de jugar, los arbitrajes y sobre todo volver a coger un buen ritmo de juego después de dos temporadas tan accidentadas, pero ya en los últimos meses me sentía más cómodo y asentado y eso se notaba en la cancha. Creo que hemos ido de menos a más tanto colectiva cómo individualmente y esta crisis sanitaria nos ha pillado en nuestro mejor momento del año, pero es lo que hay.
P: Estás rindiendo a un muy buen nivel, pero ¿qué crees que te queda por mejorar para dar tu mejor versión?
R: Todavía me queda mucho para dar mi mejor versión. Mi mentalidad desde pequeño siempre ha sido la de llegar a ser el mejor jugador que pueda llegar a ser, y eso solo puede ser posible con mucho trabajo duro, sacrificio, e intentando ser todos los días mejor jugador que ayer. Tengo que seguir trabajando todos y cada uno de mis días para mejorar en los aspectos de juego que ya hago bien y en los que no hago tan bien, para así seguir progresando y subiendo mi nivel cómo jugador. Ofensiva, defensiva, táctica y mentalmente creo que siempre se puede mejorar y nunca hay que darse por satisfecho. Siempre voy a jugar cada partido dando todo lo que tengo y peleando cada balón a muerte, ya juegue 5 segundos, 5 minutos o 30. Cuando algún día tenga que colgar las botas, quiero que sea con la sensación de que he hecho todo lo que ha estado en mi mano por ser el mejor jugador posible.
P: A día de hoy, con todo lo que está sucediendo entorno al COVID-19, ¿Cómo enfocas la temporada?
R: Con mucha paciencia. Están trabajando en intentar sacar algún sistema de competición para que no se tire por la borda todo el trabajo hecho este año, pero veo extremadamente complicado que se pueda terminar la temporada. Sigo entrenando en casa e intentando estar lo más preparado posible por si tenemos que finalizar la competición y ojalá que sea así, pero no sé si se podrán dar las condiciones para ello. Habrá que seguir viendo la evolución de esta crisis y estar atentos para ver que soluciones se proponen desde las federaciones e instituciones.
P: En un futuro próximo viendo tu clara progresión, ¿te ves jugando en la ACB?
R: Siempre he dicho que quiero jugar con y sobre todo contra los mejores. La ACB es la mejor liga de Europa por lo que siempre ha sido un sueño jugar en ella. Trabajo todos los días para ser mejor jugador que el día anterior y llegar lo más alto posible. Estoy seguro que hay muchas situaciones en las que podría ayudar desde ya. Espero ganarme pronto la oportunidad de llegar a la ACB, ayudar a mi equipo todo lo posible y más en el día a día y en los partidos y aprovechar la oportunidad al máximo.
P: Haberse hecho como jugador en equipos humildes ¿le ha dado más capacidad de sacrificio?
R: Me ha hecho apreciar lo que es importante de verdad y lo que no a la hora de jugar a baloncesto. Muchos jugadores crecen jugando en canteras ACB, con mucha gente regalándoles los oídos y diciéndoles lo buenos que son a diario y eso a veces hace que se desvíen de la ruta a seguir . El haber crecido en un club humilde como es el Loiola Indautxu y estar muy bien rodeado tanto de entrenadores (cómo Txutxo Sanz y muchos otros) como de compañeros estupendos me ha hecho ser consciente de cada pequeño pasito dado en mi progresión como jugador. Nadie me ha regalado nunca nada, ni en categorías inferiores ni en la universidad, y he tenido que trabajar extremadamente duro por todo lo que he ido consiguiendo durante estos años. Me llevé varios palos y decepciones en mi etapa de formación, pero sé de sobra que sin haber tenido que sobreponerme a esos baches que iban saliendo por el camino, no sería ni el jugador ni la persona que soy hoy en día.
P: Por último, como bilbaíno que eres, ¿sería un sueño para ti poder disputar la ACB de la mano del Bilbao Basket?
R: Crecí viendo basket desde pequeño en la Casilla, pasando por el BEC y luego en Miribilla. Llevo toda la vida viendo los encuentros del Bilbao Basket e imaginándome estar un día yo jugando en ACB disputando esos partidos. No sé a dónde me llevará todavía mi carrera, pero sí sé que poder jugar en casa con mi gente y esa tremenda afición sería increíble.
"TEST SOLOBASKET"
Por último, para finalizar la entrevista, realizamos nuestro característico "Test Solobasket", para poder conocer algo más a Jorge Bilbao como persona.
1. ¿Un plato que siempre pidas a tus padres?
Unas buenas lentejas.
2. ¿Playa o montaña?
Playa.
3. ¿Una canción como banda sonora de tu vida?
“El camino del guerrero” (Nach) y “Till I Colapse” (Eminem).
4. ¿Un hobby aparte del baloncesto?
Estar con los amigos y viajar.
5. ¿Un consejo que te hayan dado y que siempre tengas presente?
Control what you can control.
6. ¿Una serie de televisión y una pelı́cula?
“Bojack Horseman” y “Gladiator”.
7. ¿Un deseo en voz alta?
Poder seguir disfrutando de la vida.
8. ¿Tu jugador referencia?
Ben Wallace.
9. ¿Un lugar para perderte?
Una ciudad desconocida.
10. ¿A qué te dedicarı́as si no fuese al baloncesto?
Hubiera estudiado para ser médico.