De salida, excelente la defensa de España que negó muy bien las líneas de pase y presionó mucho a la jugadora balón que tuvo muchas dificultades para encarar el aro. A su vez, las españolas corrían perfectamente el contraataque con las pívots finalizando por el carril central. El marcador indicaba la superioridad, 12-3 a los 5 minutos de juego.
Nueva Zelanda despertó y generó algún que otro problema en el ataque de la selección española que pasó una sequía de 3 minutos y medio sin anotar. Pero la buena defensa permitió a las de Evaristo Pérez cerrar el cuarto 18-9.
La entrada de Alba Torrens y de Tamara Abalde mantuvo el alto ritmo de España. La mallorquina anotó dos triples y la gallega mostró una gran eficacia desde 3-4 metros que permitió que España aumentara la diferencia al 32-18 (minuto 17). Por momentos, Nueva Zelanda bajó de la decena lideradas por Wallbutton (10 puntos) y Angela Marino (6 puntos) pero Anna Montañana no estaba dispuesta a dejar que su rival se viniera arriba y fue la encargada de dejar el 38-26 al descanso.
En la reanudación, Amaya Valdemoro siguió retomando sensaciones en lo que era su vuelta a la pista en un partido oficial. El control del rebote permitió correr a España que volvió a aprovechar su buena condición física para sorprender a una Nueva Zelanda que puntualmente amenazó con colocarse hasta 9 abajo pero sus acometidas no eran preocupantes. El tercer parcial se cerró 56-41.
Las neozelandesas quisieron intentar su último acercamiento y arrancaron con un parcial de 0-5 (61-50) que no inquietó a una España muy centrada que ofreció minutos brillantes con Amaya Valdemoro y Anna Montañana luciéndose en cada acción. Sólo el acierto de Angela Marino sobre la buena defensa zonal 2-3 de las españolas evitó que la victoria fuera aún más contundente, 77-58.
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