Épica Serbia: El reinado de la M
El equipo Serbio ganó un partido que es le puso muy cuesta arriba desde el principio. Koufos anotaba como un autómata y se comió moralmente a un Macvan que se veía impotente.
El pívot griego hizo gala de todos sus recursos, incluido el tiro exterior, mientras que el capitán serbio no encontraba la manera de detenerlo. Además, jugadores como Pappas o Giannopoulos desarrollaron su mejor juego para llevar en volandas a una Selección Griega que se fue con 12 puntos al descanso.
Pero la competitividad serbia debía salir a relucir, y con más fuerza si cabe en un pabellón completamente en su contra. El grito de “Hellas, Hellas” era casi unánime, y entónces surgió el Macvan más combativo.
El cuatro -que estrenaba rapado, con la M bien marcada en su nuca- calentó motores mientras Koufos estaba en el banco y ya nadie pudo detenerlo. El pívot de Ohio State observaba impertérrito como “Macki” (así le llaman sus compañeros) le comía el terreno en una pintura de la que él había sido amo y señor.
Los cañoneros exteriores (Katnic y Stojacic) aparecieron para igualar la contienda con su artillería exterior, y a los griegos se les venía el mundo encima. Pocos minutos antes se veían campeones.
Esta vez, el coraje de Macvan se impuso al poderío físico de Koufos, aunque la organización decidió dar el premio al MVP al pívot griego tras sus exhibiciones en días previos.
Lo pasaron mal ante Lituania, y es que el juego interior de sus vecinos era mucho más potente, pero Bertans, Kaufmanis y los suyos sacaron adelante un partido complicado para obtener la medalla de bronce.
La movilidad y el juego sin balón fueron las principales armas de un equipo que durante el Torneo ha conseguido un rendimiento mucho mayor del que por aptitudes cabría esperar.
Un final igualado parecía favorecer a los ya expertos Janavicius y compañía, pero a base de corazón, los letones consiguieron mantenerse en el marcador y tener la última posesión.
Entonces surgió la estrella que menos protagonismo había tenido: el base suplente, Janis Strelnieks, que consiguió uno de los tiros en suspensión tras parada que han caracterizado el ataque báltico. Esta vez la austeridad y el trabajo en grupo, dieron sus frutos: la selección fue bronce y Bertans, su mejor hombre, estuvo en el quinteto ideal.
Y en otros partidos…
De todas maneras, no fue fácil derrotar a los galos, con un Diot que ha finalizado el torneo en trayectoria ascendente (hoy, 24 puntos y 8 rebotes) y un espectacular Edwin Jackson, autor de 27 tantos que incluyen un 5/8 en triples. Prueba de la tensión con la que los franceses han vivido el partido son los mensajitos que su seleccionador dirigía a los árbitros: “We love fair play too… we too“, les decía.
– Croacia se impuso a Turquía en un partido que -como casi todos- empezó mal para los intereses balcánicos, puesto que pronto estaba 10 puntos abajo. Sin embargo, las ganas de agradar pudieron con la superioridad turca y los croatas acabaron imponiéndose y el carismático Miro Bilan jugando “su” partido del campeonato: 16 puntos y 7 rebotes.
– Alemania e Israel se impusieron en sus respectivos partidos y acabaron novenos y undécimos respectivamente. En Alemania queda garantizado el relevo generacional de sus altísimas torres (Femerling, Maras, Jagla) con Tibor Pleiß, que hoy capturó 15 rebotes. Mientras tanto, Raviv Pitshon se marcó un partido escandaloso al firmar 27 puntos y 21 rebotes ante Estonia.
Además…