Las gradas empezaban a llenarse en el Palacio Municipal de Deportes de Granada y mi compañero Jesús Quero a pie de cancha y un servidor teníamos la emoción y la expectación de La Copa puesta en cada uno de nuestros equipos. Granada y La Roda calentaban motores en la pista bajo la atenta mirada de sus entrenadores. En un ambiente de excepción, mi mente de cinéfilo volaba hacia la inolvidable película de “Hoosiers: Más que ídolos” y la hazaña del equipo de Hickory, ese pequeño pueblo de Indiana que llegó a la final Estatal, se repetía en mi cabeza con la maravillosa música de Jerry Goldsmith. La historia podía repetirse con La Roda ante Granada. Un humilde equipo de un orgulloso pueblo de Albacete, líder de LEB Plata, llegaba a la cita copera con todo a su favor para ganarla ante el todopoderoso Granada.

El ambientazo era increíble fuera y dentro del pabellón. La expectación era máxima y todo estaba preparado para la gran cita.

Pablo García, ex jugador del CB Granada, antes del comienzo declaraba: “Este es el típico partido que Granada gana solo por el apoyo de la afición. Ellos vienen muy mentalizamos pero el Palacio pesa mucho”. Y no iba nada desencaminado, aunque al final, Devin Wright y Alo Marín tuviesen que poner toda la carne en el asador para ganarlo.

Pablo Pin y Alejandro González eran el foco de atención de la prensa a pie de pista mientras los equipos calentaban. Su duelo de pizarras iba a ser clave en el desarrollo del partido.
La Roda comenzaba anotando a tablero con su capitán Javier Hernández mediante asistencia de De Angelo Hailey. Pero el primer cuarto marcaría el duelo de estrategias del partido y sería una plantilla de como se iba a desarrollar el encuentro con máxima igualdad y alternativas por ambos equipos. Al final, cayó del lado de Granada por 15 a 14. Pero sirvió para analizar el respeto de ambos equipos y algo curioso. La Roda estuvo muy activa y repartía sus puntos entre 6 jugadores, pero Granada sólo lo hacía entre 3, que a la postre serían los más destacados de su equipo y claves en la victoria: Devin Whright (6), Alo Marín (2) y Carlos de Cobos (7). Y otro dato importante es que el equipo nazarí empezaba controlando el rebote (13 por 7 de La Roda).

Llamaba poderosamente la atención los bajos porcentajes de lanzamiento triple de ambos equipos: Granada (1/9) y La Roda (0/6). Porcentajes que de forma alarmante se mantendrían y ampliarían en el segundo cuarto: Granada (1/17) y La Roda (1/12). Por lo que estaba claro que el juego se desarrollaría en el interior, en el duelo de MVP: Devin Whright Vs Placide Nakidjim y en el control tras rebote de las segundas opciones para consolidar el juego de cada equipo.

A dos minutos del inicio del segundo cuarto, tras dos canastas consecutivas de Placide que ponían el 15-18 en el luminoso, Pablo Pin pedía tiempo muerto para reordenar a los suyos. Introdujo muchos cambios en pista, pero Carlos Noguerol seguía sumando para la Roda y ponía el 15 a 20 en el marcador a 5 minutos para el descanso. El final de este acto fue claramente para La Roda con un inmenso Placide Nakidjim (11 puntos y 4 rebotes) y un triple de Norman Rey, que ponía un +7 (23 a 30) en el marcador para La Roda al descanso.

Si el segundo cuarto había sido claramente para La Roda con un parcial 8 a 16, el tercero lo consiguió ganar Granada, cerrando el parcial (14-10). Pero las sensaciones de lo que sucedía en la cancha eran bien distintas. Este tercer acto comenzó a ver cuál de los dos equipos fallaba más: De Cobos, Wright y Alo Marín por Granada; y Anderson, Hailey y Noguerol por La Roda. Hasta que Bortolussi abría el marcador con un lanzamiento en suspensión a 7:48 para el final del cuarto.
 
Empezaba entonces el espectáculo de Carlos Noguerol, alias “Mr. Intenso” con una poderosa entrada marca de la casa y dos triples anotados desde la frontal del perímetro. Además, le acompañaba en la labor anotadora un activo Chuso González que aunque no tuvo su día en el triple, si estuvo acertado en el lanzamiento de dos. Por parte de Granada, sumaban Cobos, Wright, Rodríguez y Marín, para la reducir la diferencia y dejar el partido en un 37-40.
 
Quedaba el último cuarto o eso pensábamos, pero como la igualdad era máxima, podía pasar cualquier cosa, como de hecho sucedió.
Con 6.354 espectadores en las gradas del Pabellón de Granada, las aficiones alentaban a sus equipos en un ejemplo de respeto y deportividad en un marco incomparable.
Carlos de Cobos acercaba a Granada con un lanzamiento en suspensión y poco después Chuso González anotaba un 2+1 clave para poner a su equipo 39 a 43. Pero un triple de Rodríguez y unos libre de Cobos ponía a Granada arriba 44-43 a 7:34 para el final.
 

 
El partido estaba no apto para cardíacos. Se palpaba la tensión en el ambiente. La preocupación y premisa de Pablo Pin tras un tiempo muerto a consecuencia del empate a 46 era parar al pulmón y motor de La Roda, Carlos Noguerol. Fueron momentos de nervios e incertidumbre por ambos equipos, quemaba el balón en las manos. Y en otro tiempo muerto con empate a 52 en el marcador a 2:10 para la finalización, Pablo Pin dejaba claro que “había que ajustar la defensa y en ataque jugar para Alo Marín”. Y así fue.
 
A un minuto el pabellón se caía y Placide Nakidjim conseguía anotar su única canasta en los dos últimos cuartos, asistido por Carlos Noguerol, para poner nuevamente a La Roda arriba 54 a 56. El partido estaba emocionante y Anderson anotaba un libre y fallaba otro en la jugada siguiente para el 54 a 57. Pero los grandes tiradores están ahí cuando se les necesita y Alo Marín, como había pedido su entrenador, recibía el balón de Almazan para enchufar un triple importantísimo que ponía el empate a 57. Con 31 segundos de juego Carlos Noguerol perdió un balón a 15 segundos y Granada tampoco anotó en su ataque. Así se llegó a la prórroga.
 
El pabellón rugía y la emoción se desbordaba. Nos esperaban otros 5 minutos de sufrimiento para dirimir el campeón de la Copa LEB Plata.
 
Nada más comenzar la prórroga, BortoIussi cometía la quinta falta. Pero un enchufado Alo Marín asumía la responsabilidad de los lanzamientos de su equipo y Norman Rey respondía por parte de La Roda para mantenerla en el partido con empate a 65 a falta de 1:35 para el final. Tras unos pasos de Placide que se comió el balón en el pivote, Alo Marín desde el perímetro mataba el partido 67 a 63 con 36 segundos por jugar. 4 puntos de Iibres de Iriarte y De Cobos cerraban el marcador 71 a 63 de un partido vibrante e intenso.
 
Por parte de La Roda, Carlos Noguerol fue el máximo anotador de su equipo con 17 puntos, seguido de Placide con 13 y Hailey con 10. Podía haber sido jugador de la final, pero al final el MVP fue para Devin Wright con 21 puntos, 12 rebotes y 35 de valoración. Muy bien secundado por Carlos de Cobos (17 PT, 10 RT y 23 VA) y Alo Marín con 16 puntos claves.
 
Aunque Granada dominó el rebote 45 a 39, la igualdad fue máxima con La Roda. El equipo revelación pudo ganar el partido, pero la presión y la inexperiencia de una cita así le pudo. No obstante, hay que aplaudir a ambos equipos por el grandísimo espectáculo ofrecido. Aún resuenan en mi cabeza las palabras de Norman Dale: “Equipo, equipo y equipo”. Una de las frases más recordadas de Hoosiers: más que ídolos, que definieron lo vivido en esta final.

#CopaLEBPlata 2018: Covirán Granada vs FC La Roda (28·01·2018)