Ricardo Guillén firmó el pasado verano con el Cantabria Lobos después de la gran temporada que los cántabros habían vivido de la mano de Pablo Laso y con el único objetivo de llegar a un equipo competitivo que luchase por el ascenso.

Un año después aquel sueño se ha convertido en su peor pesadilla, y el jugador canario de 31 años vive una de las situaciones más difíciles que se ha encontrado a lo largo de su carrera. Tras cumplir una primera temporada en Cantabria llena de dificultades deportivas, el club anunció el pasado 4 de Julio que no saldría a competir en la liga LEB Oro debido a los problemas que tenía para afrontar con garantías la competición.

Esta medida afectaba principalmente al jugador canario y a Salva Camps quien también contaba con un año más de contrato. Ambos pidieron entonces la libertad de sus contratos, algo que no fue posible ya que el club no estaba muerto, no se había disuelto, sino que tan sólo había renunciado a la máxima categoría FEB. Unos días después, la Federación Española les concedía la decimocuarta plaza de LEB Bronce tal y como habían solicitado; y como ya publicó Solobasket, ambos jugadores eran reclamados por su club para cumplir el año restante en su contrato en la LEB Bronce.

Ahora, cuando la mayoría de clubs tienen casi cerradas sus plantillas y están a punto de iniciar la pretemporada, los cántabros no disponen de cuerpo técnico, ni de ningún jugador en contrato (aparte de Camps y Guillén), por lo que ante la ausencia de proyecto, Ricardo Guillén se ha trasladado el pasado lunes a Santander con la idea de “comprar su libertad” tal y como se le había sugerido desde el club.

En el día de ayer se iniciaron las conversaciones entre el jugador y el accionista mayoritario para alcanzar un acuerdo económico que permita a Guillén abandonar el equipo previo paso por caja pagando una cantidad marcada por el club.

En las próximas horas podría confirmarse la noticia de modo que Richi pudiese así firmar por el Villa de Los Barrios para regresar de este modo a la LEB Oro ya que cuenta con un acuerdo verbal para regresar al club gaditano.

De confirmarse el club contaría sólo con Salva Camps en plantilla y su proyecto deportivo quedaría en entredicho. Los rumores en Cantabria y en el mundo del baloncesto apuntan a una presunta nueva renuncia a la categoría si se solventasen los contratos de Camps y Guillén, dejando de nuevo coja la LEB Bronce con 15 equipos.