El culebrón Jeff Mallory que venía torturando al Caja Sur Córdoba 2016 vivió ayer su último capítulo dejando un nefasto final para el club andaluz.

Tras haber dado el propio Mallory el visto bueno para recalar en el equipo de Rafael Gomariz, desde el club se pusieron manos a la obra en la búsqueda de casa y transporte para que el jugador pudiese incorporarse a los entrenamientos lo antes posible. Tras varios días sin tener conocimiento del paradero del jugador, y sin poder entablar conversación con el, el club se puso el pasado martes en contacto con su agente, quien pidió disculpas en su nombre e informó de que en breve se solucionaría el problema.

A lo largo de la semana se concretó la fecha de ayer jueves como el día en el que el jugador tomaría un vuelo con destino a España para unirse a la pretemporada, pero finalmente el jugador decidió no tomar el avión alegando una serie de problemas personales que el club aun desconoce y que le impedirán disputar esta campaña con el Córdoba.

Con este plante, el club se ha cansado de esperar y se ha puesto a trabajar en el fichaje de un nuevo jugador, un cinco nato que pueda desempeñar su rol en el interior de la pintura, y siempre y cuando cuente con experiencia en las categorías FEB. Así definía la situación en entrenador Rafa Gomariz: “Es un contratiempo importante no poder contar con el jugador, pero no porque sea él, sino porque hemos perdido un tiempo precioso en el que podíamos haber fichado ya a otro”, por lo que como es lógico se seguirá la premisa de a rey muerto, rey puesto, y en las próximas horas se concretará un nuevo fichaje.