Una vez hecha una planificación a nivel general, debemos empezar a trabajar en una cuestión fundamental, como es la dinámica de grupo. En la motivación básica y la motivación cotidiana. Conocer a los jugadores, sus características personales, nos ayudarán a asesorar al cuerpo técnico en la mejora de los procesos comunicativos que se puedan establecer (el uso de la entrevista formal e informal, así como la observación sistemática son de gran utilidad). Debemos entender no obstante que nuestro trabajo debe ser flexible e ir ligado a los diferentes ciclos que se vayan desarrollando en el trabajo de equipo.
La integración del trabajo psicológico en el entrenamiento se puede realizar atendiendo a los procesos psicológicos básicos: atención, percepción, motivación y logro, emocional y autoconfianza.
En el deportista, como en cualquier persona, se suceden unos procesos metales que son los responsables de las acciones motrices. Estos mecanismos a nivel básico se tratan de la percepción (recibe los estímulos de lo que sucede en la pista y percibe la situación), decisión (analiza esos estímulos recibidos y teniendo en cuenta las opciones que maneja, toma una decisión, considerando también posibles alternativas) y ejecución (tras todo este proceso mental, llega el momento de la ejecución motriz de la acción decidida). Pondremos un ejemplo básico de procesos mentales en un contraataque. Estímulos percibidos: posición personal en la pista, distancia al aro contrario, posición de los compañeros y rivales; Decisión: tras analizar los componentes estimulares del contexto se toma una decisión, botar y avanzar, pasar, etc…; Ejecución: lanza el contraataque con un pase a un compañero. Siendo así este uno de los elementos fundamentales donde se puede trabajar. Asesorando en el diseño de actividades en el entrenamiento cotidiano que tengan en cuenta estas variables, o aquellas que se consideren necesarias según los objetivos, el trabajo que se quiera desarrollar o el momento de la temporada.
Desde el punto de vista emocional y de cohesión de equipo es importante trabajar en función del rol. La importancia del mismo en el conjunto del equipo y la generación de autoestima y autoconfianza en el desempeño de las respectivas funciones que se va a asignar a cada jugador. Esta es una cuestión fundamental que el entrenador debe entender y saber transmitir a sus jugadores. De una mala interpretación o asimilación del rol y función del jugador en el grupo derivan muchos de los conflictos que conllevan una mala cohesión de grupo. Hay que considerar también que existe una dinámica en el rol a la que el técnico debe estar abierto la evolución de un jugador que desarrolla el trabajo asignado y es capaz de dar un paso adelante, o la falta de autoconfianza de otro al que no están saliendo de forma adecuada el trabajo previsto, requiere de habilidad para reorientar el trabajo planificado (no se trata de cambiar piezas, sino de adecuar las nuevas posibilidades y recuperar las opciones perdidas con jugadores que bajan su rendimiento: observar, analizar y trabajar en la toma de decisiones sabiendo informar adecuadamente al jugador de los motivos de las mismas)
En el trabajo directo con el jugador se pueden hacer muchas cosas a nivel emocional, en torno al control del estrés o la ansiedad, y sobre todo centrada en el análisis del propio rendimiento y en el rol de equipo. La autoevaluación es una cuestión interesante sobre la que los jugadores no tienen problema en trabajar como desarrollo personal basado en el análisis de los objetivos de realización, evaluando en torno a si mismo, y no tanto al resultado, lo que ayuda a mejorar la autoconfianza.
Durante la temporada nuestro trabajo vendrá marcado por nuestra planificación así como por la regulación de la misma, realizando los cambios que debamos en función de su desarrollo.
Básicamente realizamos un seguimiento, recabando información en entrenamientos, partidos (analizando la conducta y el trabajo realizado), en entrevistas formales o informales con jugadores, técnicos, etc… Evaluamos, asesoramos e intervenimos si es necesario.
Entre los problemas más comunes que suelen aparecer tenemos: lesiones, cansancio, agotamiento físico o psicológico, credibilidad del trabajo que se realiza, autoconfianza, aceptación del rol, motivación, replanteamiento de objetivos, preparación psicológica para eventos eliminatorios (playoff, copa), momentos de crisis, etc…
En este sentido, a lo largo de las diferentes temporadas en las que colaboré con el Melilla Baloncesto trabajé aspectos tales como:
- La evaluación de los procesos comunicativos (que establecía el entrenador y la que se desarrollaba entre los jugadores).
- Evaluación de procesos psicológicos (a través de entrevistas semiestructuradas, observaciones sistemáticas, entrevistas informales, cuestionarios, registros anecdóticos, seguimiento)
- Trabajo directo o indirecto sobre variables (control del estrés, evaluación del rendimiento, autoconfianza, motivación, cohesión de equipo, intervención en la regulación psicológica en la recuperación de lesiones, etc.).
EVALUACIÓN
Aunque la evaluación siempre tiene un componente continuo que te permite regular determinadas situaciones detectadas que requieren modificaciones, cuando se llega al final de la temporada, es el momento de la Evaluación final y la toma de decisiones futuras. ¿Qué fue lo que planificamos?, ¿qué cambios tuvimos que realizar?, ¿qué los motivó?, análisis de las decisiones y sus resultados, y en definitiva plantearnos cuales han sido los puntos fuertes de nuestro trabajo, así como las debilidades, para plantear las propuestas pertinentes de mejora.
A lo largo de toda la temporada nuestra principal características, en el éxito y en los fracasos, debe ser sobre todo la moderación. En el éxito para tener los pies en el suelo, en el fracaso para evaluar adecuadamente los motivos y ayudar a mejorar. Nuestro reto, hacer bien nuestro trabajo, sumar siempre.
Por último, quiero agradecer de manera especial a dos entrenadores con los que he trabajado en estos cinco años, Paco Olmos y sobre todo Gonzalo García de Vitoria, la oportunidad que me han brindado de colaborar en un equipo profesional de LEB Oro, dos grandes profesionales que sin duda comprende la importancia que la psicología deportiva tiene en la consecución de los éxitos deportivos.
Gracias también a todos los que habéis leído esta trilogía de artículos, muchos de vosotros profesionales de esta especialidad, entrenadores, o aficionados en general que entienden también que al más alto nivel, el trabajo interdisciplinar es fundamental y que así como no entendemos que no haya un cuidado físico del jugador, tampoco podemos descuidar el aspecto psicológico que la alta competición genera.
Para finalizar y brevemente quisiera compartir algunas anécdotas sobre el concepto que se tiene del psicólogo del deporte desde diferentes puntos de vista:
Durante un partido me cuentan la siguiente CONVERSACIÓN entre dos aficionados:
Aficionado1 pregunta: “¿quien es ese que está junto al entrenador? ¿otro ayudante?".
Aficionado2 responde: "no, el psicólogo deportivo…"
Aficionado1: "¿tan mal están?"
Quinto partido jugando las semifinales de ascenso a liga Endesa temporada 2011-12.
Jugador1.
Entrenador: "jugador1, hoy tienes entrevista con el psicólogo…"
Jugador1: "entrenador, estoy bien, no me pasa nada".
Jugador2.
Jugador2: "comentario en twitter…llegar y tener, piso totalmente listo, toda la ropa del año, preparador físico listo, psicólogo a disponer, Club Baloncesto Melilla atento a todo, no tiene precio".
Como cambia el concepto.
Melilla Baloncesto. Decano de la LEB. Palmarés en estos últimos cinco años.
Campeón de la Copa del Príncipe, temporada 2010-11. Disputadas dos copas del Príncipe. Dos veces finalista en la fase de ascenso para la Liga Endesa. Una vez Semifinalista Play Off ascenso a Liga Endesa.