Al ver que las molestias no remitían y el tobillo no aguantaba bien el trabajo diario, se tomó la decisión de efectuar más pruebas médicas para afinar el diagnóstico, demostrando la resonancia magnética realizada en la mañana del viernes, la rotura completa del ligamento peroneo-astragalino anterior, con inflamación de los tendones posteriores que son los que han tenido que absorber toda la carga de trabajo después de la lesión.
La llegada al equipo de Pere Lluís Corominas vendrá como anillo al dedo, y se demuestra que su fichaje fue una decisión acertada para dar más profundidad al banquillo y tener un recambio ante situaciones como la creada por esta lesión.