La estabilidad del tobillo de Martí Nualart hizo pensar inicialmente en un simple esguince de grado 2, hasta el punto que solo una semana después, volvió a jugar en el partido de la jornada pasada que enfrentaba al Akasvayu Vic con el Grupotel.com, aunque estuvo menos de tres minutos en pista.

Al ver que las molestias no remitían y el tobillo no aguantaba bien el trabajo diario, se tomó la decisión de efectuar más pruebas médicas para afinar el diagnóstico, demostrando la resonancia magnética realizada en la mañana del viernes, la rotura completa del ligamento peroneo-astragalino anterior, con inflamación de los tendones posteriores que son los que han tenido que absorber toda la carga de trabajo después de la lesión.

El tratamiento a realizar es la inmovilización del tobillo durante cuatro semanas, a las que habrá que añadir el periodo de rehabilitación y puesta a punto. Teniendo en cuenta el parón de la ADECCO LEB 2 por las Fiestas, se perderá entre 4 y 6 jornadas.

La llegada al equipo de Pere Lluís Corominas vendrá como anillo al dedo, y se demuestra que su fichaje fue una decisión acertada para dar más profundidad al banquillo y tener un recambio ante situaciones como la creada por esta lesión.