La situación entre David Doblas y el Gipuzkoa Basket sigue enquistada desde que el pívot cántabro denunciara al que ha sido su club durante los últimos 11 años por impagos y despido improcedente. Ambas partes han trabajado en busca de un entendimiento que no ha habido y el caso llegó a los tribunales, de tal manera que será el juez quien dicte una sentencia definitiva, siempre y cuando no haya un acuerdo antes.

El GBC reconoció no estar al corriente de pago con Doblas y estimó la deuda en unos 125.000 euros, aunque la gran diferencia que hay entre ambas partes se centra, principalmente, en que el jugador califica como despido improcedente lo que sufrió el primer día de pretemporada cuando se presentó en el Gasca para entrenar junto al resto de sus compañeros y se le impidió acceder a las instalaciones. El club, por su parte, lo entiende como una rescisión unilateral.

El contrato del jugador recogía una cláusula por la que quedaría automáticamente renovado para este curso en caso de que no se le hubiera abonado el montante adeudado en unas fechas concretas, de tal manera que Doblas se vio obligado a acudir a su puesto de trabajo a pesar de, según el club, haber un acuerdo verbal para poner punto y final a su relación contractual por la imposibilidad de mantener un salario tan elevado.

La vista oral tuvo lugar en el Juzgado de lo social número 1 de San Sebastián y en representación del Gipuzkoa Basket acudieron la presidenta Nekane Arzallus, el gerente Germán Cea y el abogado Santiago Landete, mientras que José Lasa fue el representante de un David Doblas que no acudió a la cita ya que se encuentra en Grecia jugando en el Doxa Lekfadas. El acto duró algo más de una hora y ambas partes expusieron sus argumentos, pero no hubo entendimiento y será el juez quien dictamine la sentencia definitiva en una fecha aún sin concretar.

A la salida del Juzgado, José Lasa, abogado del jugador, atendió a los medios de comunicación y explicó la postura de su representado: “Entendemos que el club no ha afrontado la situación y que ha dejado pasar el tiempo a ver lo que ocurría. Nos parece que hay un despido. El club dice que había un acuerdo para que David no se incorporase al primer entrenamiento de pretemporada, pero no ha existido nunca ese acuerdo, así que seguía vigente el contrato de trabajo. Eso es lo que se ha discutido básicamente. Hemos denunciado por las cantidades que se le adeudaban desde hace bastante tiempo y por despido improcedente”.

Ha habido negociaciones, siempre las hay y más con la relación de David con este club y esta ciudad. Ninguna de las dos partes quería esto, pero no ha habido posibilidad de acuerdo en ningún momento”, continuó un José Lasa que confía en que el club pueda hacer frente al pago en caso de que el juicio caiga de su lado: “No sé cómo está el club. No tengo las cuentas, ni me las han dicho cuando hemos negociado. Si tenemos una sentencia favorable, espero que se puedan abonar estas cantidades”.

La encargada de explicar la postura del Gipuzkoa Basket fue la presidenta Nekane Arzallus: “El club argumenta que es una rescisión unilateral del contrato. No podíamos mantener un salario como el de David”. Además, señaló que “la situación se ha enquistado porque le garantizamos a David el cobro de las cantidades que le adeudábamos con el fondo de la ACB y, como no lo hemos cobrado en su totalidad, eso ha llevado a que estemos aquí. Si lo hubiéramos cobrado, esto estaría finiquitado”.

También aprovechó la ocasión para hablar del futuro más próximo en el peor de los casos: “Si la sentencia sale desfavorable, será un golpe muy fuerte, eso es así. Estamos hablando casi de lo que cuesta la plantilla de esta temporada. Sería un golpe duro; no sé si definitivo”. Una situación que podría obligar al club a acogerse a un proceso concursal: “Si hay que tomar medidas, se tomarán en su momento según las circunstancias. Seguimos trabajando día a día, a ver cómo quedamos cuando cobremos todo lo de la ACB. Este tipo de cosas no ayudan”.

Por último, Arzallus indicó que han cobrado “el cuarenta y pico por ciento” de los 1,8 millones que deben percibir por parte de la ACB y que “ha ido todo a pagar la deuda con Hacienda. El próximo pago sería a finales de febrero y estamos pendientes de los siguientes. El otro día nos reunimos con el Consejo Superior de Deportes para exponer nuestra situación. Nos está perjudicando no haber cobrado todo”.

Declaraciones: Noticias de Gipuzkoa