JORNADA 12

Resultado: LEÓN CAJA ESPAÑA 99 LLOBREGAT CENTRE 92

Crónica:

El León se acerca al Tenerife en la lucha por entrar en la Copa Príncipe pero la victoria de ayer le costó más de lo esperado a juzgar por el potencial de unos y otros, el comienzo arrollador de los de Herreras y las importantes y numerosas bajas de los catalanes.
La salida de los locales fuera demoledora. El perímetro funcionaba y otra vez de la mano de Roberto Núñez, Mason y Morales y ello se complementaba con ráfagas de poderío interior de Young y las penetraciones de Julio González. Al final de primer cuarto el partido parecía sentenciado (37-17), ventaja que se mantendría al descanso (57-41).
Sin embargo tras la reanudación comenzó la relajación de los locales que acompañado de la garra y el acierto exterior de los de Gavaldá llevaba el nerviosismo a la grada leonesa. Poco a poco la ventaja se reducía. Young era frenado por las “torres” visitantes y el acierto de los dos primeros cuartos ya existía en los locales mientras que los Berenguer, Feggins y Ramírez hacían el resto para dar vida a un partido que parecía roto. El momento clave del partido fue a falta de 2:37 cuando los visitantes se colocaron a cuatro puntos y los árbitros eliminaron a Morales con una técnica. Pero las protestas de un público que veía que la victoria se les iba hicieron mella en los árbitros que compensaron a los leoneses con unos pasos y una falta en ataque que dejaron a los valientes y aguerridos jugadores catalanes sin el premio de una remontada épica.

Anotadores

LEÓN CAJA ESPAÑA

José Luis Llorente (3), Roberto Núñez (20), Julio González (19), Tim Young (20), Rod Mason (18), Alejandro González (0), Jaume Morales (7), Lorenzo González (2), Martín Ferrer (6), Jorge García (4).

LLOBREGAT CENTRE

David Berbois (), Manny Dies (), David Martínez (7), Oriol Linares (), Alberto Díez (), Sergio Galán (5), Sergi Segado (7), Albert Berenguer (15), Francesc Cabeza (13) Jonathan Ramírez (15), Feggins (27), Núñez (3).

El Mejor: La lucha y entrega de los siete “gladiadores” de los que disponía Gavaldá.

La Clave: La falta de rotaciones de los visitantes y el acierto del perímetro local de los dos primeros cuartos.