RESULTADO: LOBOS CANTABRIA 71 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE 80
LOBOS CANTABRIA: Rivero (11), Young (9), Ferrer (11), Arrocha (17), Gómez -cinco inicial-, Van Lacke (3), Nobile, Ginobili (10), Evans (10).
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE: F. García (8), J. Pérez (12), Quesada (14), Peterson (16), Alonso (18) -cinco inicial- H. García (2), Humanes, Balmón (2) y Arranz (8).
Parciales: 21-21, 17-18, 10-20 y 23-21.
CRÓNICA
Se las prometían muy felices en Torrelavega ante la visita del Complutense y tras la espectacular victoria del pasado domingo en Gijón pero de nuevo los de Dani García dieron la imagen mala y sucumbieron con justicia ante el buen trabajo del conjunto de Miguel Ángel Martín.
El partido fue un continuo intercambio de canastas en el que las defensas brillaron por su ausencia y esto era terreno abonado para la victoria madrileña.
Los locales aguantaron hasta el descanso gracias al gran partido de Arrocha que lideraba un equipo espeso en ataque y pasota en defensa mientras el Complutense hacía lo que sabía, jugar para sus hombres importantes y mantenerse en el partido hasta los instantes finales con opciones.
Tras el descanso la salida y el cuarto en general de los locales fue pésimo y a la postre le costaría el partido. Un parcial de 10-20 sentenciaría el choque a favor de los madrileños que encontraron el trío Peterson-Alonso-Quesada a sus armas ofensivas.
Las pérdidas de balón y la precipitación fue la tónica de los locales que se veían impotentes para poder levantar el serio partido planteado por Miguel Ángel Martín y los suyos a los que con ventajas en el marcador y si Alonso está fino en los instantes finales no es fácil remontarles un partido como se pudo demostrar en el Vicente Trueba.
Al final de nuevo descalabro local que viviría una nueva semana de tensión mientras los madrileños siguen su camino firme a la salvación.
LA CLAVE: La regularidad en el juego de los madrileños durante todo el partido.
EL MEJOR: Alonso, está claro que es la referencia principal en ataque del Complutense y en los instantes finales no suele fallar.