CIUDAD DE HUELVA 88 ROSALIA DE CASTRO 93
CIUDAD HUELVA: Alex Burgos (17), Doblado (18), Antonio Gómez (8), Óscar Rodríguez (12), Stuckey (15) -cinco inicial-, Camacho (10), Morón (0), Montaner (8) y David Fernández (0).
ROSALIA: Lolo Castro (24), Boccia (9), Koke Rama (24), Valentine (11), Wideman (22) -cinco inicial-, Cmargo (0), Gus Díaz (0), Rafa Fernández (3) y real (0).
Parciales: 31-16, 47-40 (16-24), 72-59 (25-19) y 88-93 (16-34).
Peor imposible. También el Rosalía sacó tajada de su visita al Palacio de los Deportes de Huelva, una cancha convertida, no hace mucho, en un fortín inexpugnable, y de la que ahora sólo quedan los recuerdos y las ruinas.
Una transformación paralela a la de su inquilino, un Ciudad irreconocible en relación al equipo de principios de temporada y que con su quinta derrota consecutiva, tercera como local, entra en una crisis de insospechadas consecuencias.
Y eso que el inicio no pudo ser más alentador. Bioque sorprendió dando entrada en el cinco inicial a Antonio Gómez, y el canterano le recompensó con creces. Seis puntos de carrerilla, incluido un mate estratosférico, impulsaron la salida de los locales. El renacimiento de Doblado (6 triples) hizo el resto para transformar el primer cuarto en un monólogo onubense (31-16).
El segundo acto asistió a la recuperación de Rosalía. Con Wideman (16 capturas, 9 de ellas en ataque) aprovechando las eternas lagunas en el rebote de los locales y Koke Rama (5 triples) ajustando su punto de mira, los visitantes se las arreglaron para llegar vivos al descanso (47-40).
No obstante, el arranque de la continuación resultó tan poco propicio para los de Juan Díaz como lo había sido el inicio del choque. La mejor versión de Montaner colocó a su equipo en la senda del triunfo (63-46), pero la acreditada capacidad de supervivencia de Rosalía evitó la ruptura definitiva (72-59).
Todo parecía decidido hasta que un parcial 0-10 en la apertura del último cuarto devolvió al choque su intensidad y dejó al Ciudad preso de un ataque de nervios. Los onubenses se perdieron en acciones individuales en ataque y su "defensa" (el peor ataque de la LEB le hizo 93 puntos a los de Bioque) la desmontó Rosalía con un recurso de patio de colegio: aclarado para que Lolo Castro (18 puntos en el tramo final) jugase continuos "uno x uno" que ni Burgos ni Montaner pudieron detener. El base gallego hizo honor a su apodo y con su magia rescató al Rosalía y envió al Ciudad al pozo de la incertidumbre.
LA CLAVE: Los nervios y la presión pasaron factura al conjunto de Antonio Bioque en un último cuarto para olvidar. Por el contrario, Rosalía, más curtido en este tipo de batallas, sacó partido.
LA FIGURA: Pasó desapercibido durante tres cuartas partes del choque pero apareció en el momento decisivo. Lolo Castro se mostró imparable en el último cuarto, liderando la victoria de un Rosalía que de esta forma corta su racha de nueve derrotas consecutivas.