RESULTADO: MELILLA BALONCESTO 72 C.B. TARRAGONA 66
MELILLA BALONCESTO Schutte (16), López Vilas (2), Wilson (11), Harris (15) y Rodríguez (19) -Cinco inicial- También jugaron, Narros (4), Torrubia (2) y Dani López (3)
C. B. TARRAGONA Pau del Tío (8), Morales (8), Douglas (10), Lluis Martínez (15) y González – Cinco inicial- También jugaron, Paricio (4), Aranda (7), Bryan (7) y Farré (7).
CRÓNICA
El Melilla Baloncesto consiguió equilibrar su balanza en el casillero de victorias y derrotas al conseguir doblegar al Club Baloncesto Tarragona (CBT) por 72-66 poniendo el 7-7 en la tabla.
El cuadro melillense asentó los cimientos de la victoria ante el CBT en un primer cuarto en el que estuvieron sobrados en todas las facetas. Eran superiores en ataque -perímetro e interior- y mucho más si cabe en defensa -Lluis Martínez se iba a cinco metros a tirar-.
Los de Porfirio Fisac mostraron todas sus carencias en los inicios. Una defensa que era cortada como un cuchillo a la mantequilla y un ataque aciago en el tiro exterior porque Pau del Tío no terminaba de mover al equipo y los tiros eran muy forzados aunque, todo hay que decirlo, por la excelente defensa de los de Rodríguez -algo que no sorprende a nadie-.
En el CBT había un hombre más motivado que el resto, Lluis Martínez, ex de Rodríguez y que intentó demostrarle su valía, algo que el gerundense sabe de sobra -hablamos de baloncesto- y saludó a los presentes con un gorro a Wilson en el primer ataque de los azules.
El partido sonaba a paseo. Entraban los triples -tres en el primer cuarto- y se denotaba superioridad insultante después del 2-0 inicial -el CBT encajó un parcial de 9-0- y, para colmo, alternan la individual con la zona. El envite daba síntomas de "muy fácil" y así lo reflejó el luminoso en el primer cuarto (26-10).
DE PASEO, NADA
Cuando todo parecía que iba a salir a pedir de boca, se acabó la parte de nadar y llegó la de guardar la ropa. Rodríguez dio entrada a su banquillo que otra vez anotó menos de 10 puntos -fueron 8- y Profirio Fisac lo agradeció porque a pesar de no estar cuajando un buen partido donde no había dirección o le costaba Dios y ayuda atacar la defensa melillense, consiguió llegar al descanso recortando cuatro puntos (42-30).
La reanudación fue más interesante. Fisac se dejó de experimentos y puso en pista a su pareja de americanos, Lluis Martínez, Morales y Farré aunque el equipo empieza a jugar cuando Aranda toma el mando de los suyos. La cosa cambia y Tarragona rebaja la barrera psicológica de los 10 puntos (47-38). Hay partido.
EL PARTIDO SE COMPLICA
Cuando las cosas están feas porque Tarragona se entona y se coloca a 8 puntos (49-41) Rodríguez ya no lo tiene tan claro y solicita tiempo muerto a 3’49 para "ajustar" o mejor dicho, ordenar la agresividad de los inicios, algo que se cumple arrajatabla pero que no refleja su rendimiento en ataque y como resultado se llega a los últimos diez minutos con 54-47.
Las diferencias se siguen recortando en los inicios del último cuarto -el CBT se pone a 5 (54-49)- pero resurge el "leñador" Rodríguez para, con un nuevo triple -lleva 3 hasta ese momento- darle aire nuevamente a los suyos (57-49) y comenzar a administrar la ventaja con dos bases en pista y, como no, Juanma Rodríguez en el puesto de ala-pívot.
DESTILAN TRANQUILIDAD
A los 2 últimos minutos se llega con 67-57 y la decisión clara de aguantar las posesiones algo que consiguen sin querer ante la presión de los de Fisac y que a punto está de costarle un grave disgusto a los melillenses de no ser porque no había tiempo material para la remontada (68-63 a un minuto del final).
El partido termina con 72-66 pero la sensación que dejó el partido es que los catalanes no hubieran podido remontar nunca el partido porque, cuando hacía falta, Melilla volvía a acelerar y a terminar con las especulaciones.