RESULTADO: MELILLA BALONCESTO 58 TENERIFE 76
MELILLA (12+19+13+14): Schutte (10), Conseidine (3), Wilson (12), Harris (10) y Rodríguez (-) -quinteto inicial-, Narros (5), Torrubia (2), López (11), Humanes (1) y López Vilas (4).
TENERIFE (18+21+18+19): Gil (4), Savané (5), Hamilton (17), Sánchez (7) y Rodríguez (12) -quinteto inicial-, Reynés (10), Yañez (10), Fariña (-), Ovelleiro (-), Toledo (4) Sabaté (7) y Calvo (-).
Espectáculo dantesco el que se pudo presenciar en la jornada de ayer en el Ciudad de Melilla en el encuentro que enfrentaba al Melilla Baloncesto y al actual líder, el Tenerife CB que acabó como el Rosario de la Aurora con un claro 58-76 a favor de los isleños que se mostraron muy superiores en todas las facetas.
Del encuentro no hay mucho que hablar ciertamente pero sobre actuación de los colegiados habría para escribir un libro y es que el Señor Uruñuela lleva tres victorias de tres arbitrajes al Melilla Baloncesto pero ayer rizó el rizo. Consiguió que todo el público del Ciudad de Melilla pidiera pasos desde las gradas a modo de mofa después del recital de silbato que había impartido a lo largo del choque.
Comenzó dando sus credenciales -en el primer cuarto pitó 6 personales a los pivots melillenses de las 7 del equipo-, siguió con un recital de infracciones que terminaron desesperando al respetable y culminó su cúmulo de despropósitos intentando echar a la prensa que estaba en la mesa a pie de pista que tuvo que ver el último cuarto escoltada por la Policía Nacional a modo de vigilancia intensiva.
Todo esto lo provocó el Señor Uruñuela, el mismo que pitó tres técnicas en Bilbao por dejar el balón en el suelo y el mismo que, al parecer, no debía tener la conciencia muy tranquila porque esperó a que no hubiera nadie en el pabellón para salir de la instalación sin saber que en esta ciudad somos más civilizados que en otras plazas en las que ha toreado.
TAMBIÉN HUBO PARTIDO
Del encuentro poco que decir. Pepe Rodríguez lo intentó todo, consiguió que Tenerife no llegar a 80 puntos pero es que los melillenses no daban pie con bola de cara al aro.
Tenerife se mostró muy superior, mandó en la pintura todo el encuentro con Hamilton y frenó perfectamente a Wilson con Savane.
Cuando se cansaron de jugar por dentro, empezaron a hacerlo por fuera y metieron diez triples.
Pasaron como una apisonadora por el Ciudad de Melilla y llegaron a tener una ventaja de 24 puntos (50-74). Rompieron la zona, cargaron de personales a los pivots y, sobre todo, se ausentaron del tremendo espectáculo de los colegiados para hacer callar al público con sus triples aunque lo cierto es que de no ser por el tercer cuarto donde Melilla no consiguió sus dos primeros puntos hasta el minuto 7, otro gallo hubiera cantado.
Al descanso llegaron con 31-39 pero la reanudación fue mortal de necesidad para los melillenses que terminaron cavando su tumba ante la fortísima defensa que rozaba la ilegalidad de Tenerife.
En fin, se ha perdido contra un líder muy superior y el público se divirtió y se mofó con la pareja de grises a los que terminaron resignándose.