RESULTADO: LOS BARRIOS 71 LOBOS CANTABRIA 74
LOS BARRIOS: Hakeem Ward(21), Miguel Ángel Cabral(8), Jensen (2), Rubén Arizmendi (10), Rogelio Legasa (10)-cinco titular- Pedro Mateu (-), Hoffman (6), Chagoyen (12), Payne (2), Chanca (-).
LOBOS CANTABRIA: Marco Nobile (8), Tim Young (14), Ginobili (12), Ferrer (13), Mott(5)- cinco titular- Van Lacke (2), Pedro Rivero (9), Fernández(4), Alejandro Gómez(7).
Parciales: 28-14, 8-18, 14-22, 21-20.
CRÓNICA
Sorprendente victoria tal y como se desarrolló el partido para el Lobos en Los Barrios después que los locales llegaran a dominar hasta por 20 puntos.
Los de Félix Alonso se puede decir que mostraron sus dos caras: la de un equipo serio candidato al ascenso muy sólido en defensa y certero en ataque y de un equipo de media tabla muy dubitativo y con miedo que se dejó comer el terreno por el Lobos que estaba muy necesitado de victoria.
Nadie tras el espectacular primer cuarto que jugaron los locales podía imaginarse que finalmente el Lobos pudiera llevarse la victoria. La salida de los barreños fue espectacular. Hasta un 26-9 llegaron a dominar el partido consiguiendo mostrar una vez más las enormes deficiencias de los cántabros en varias facetas del juego.
Pero las tornas cambiaron en el segundo cuarto. Los locales entraron en un socavón de juego y anotaron tan sólo 2 puntos en 6 minutos de juego lo que posibilitó que el Lobos consiguiera endosarle un parcial de 2-14 que igualaba el choque. Al final de cuarto tan sólo 8 puntos en el casillero local y eso que el Lobos tampoco hizo nada del otro mundo, simplemente aprovechó el mal momento de algún jugador interior de los locales, Payne, para empezar a dominar bajo los tableros con un Young excelente.
Los triples de los cántabros posibilitaron que los de Hernández le dieran la vuelta al marcador en el tercer cuarto (50-54), mientras los locales se veían frenados en seco en ataque donde ni Arizmendi tenía la claridad necesaria ni sus compañeros encontraban tiros fáciles.
La tónica no cambiaría en el último cuarto, a pesar de que hasta cuatro jugadores del Lobos tenían cuatro faltas personales, pero precisamente sería el poder reboteador en los instantes finales lo que le otorgaría la victoria al Lobos después de conseguir hasta tres rebotes consecutivos en ataque. Por si fuera poco el descalabro final de los barreños, todavía tendrían la oportunidad de ganar el choque a base de tiros libres pero estaba claro que no era su día y pusieron en bandeja la victoria final cánatabra.
LA CLAVE: El socavón de juego en el entraron los locales a partir del segundo cuarto.
EL MEJOR: Ward que a pesar de todo fue el único que mantuvo el tipo hasta el final en los locales y eso que no tuvo apoyo alguno en u descartado Payne.