CIUDAD DE HUELVA 69 GIJON 68
HUELVA: Sergio Sánchez (12), Isaac López (14), Kortaberría (4), John Williams (0), Legasa (16) -cinco inicial-, Montaner (0), Rojas (0), Morón (6), Cipruss (9) y Boccia (8).
GIJON: Xavi Vallmajó (14), Panadero (14), Pacreu (7), Prickett (6), Wideman (13) -cinco inicial-, Armando Alvarez (0), Saúl Blanco (11) y Rubén Suárez (3).
Parciales: 23-17, 34-36 (11-19), 52-49 (18-13) y 69-68 (17-19).
Una canasta in extremis de Antonio Morón dio al Ciudad de Huelva una victoria imprescindible en un partido horrendo. El alapívot transformó un apresurado lanzamiento de Isaac López en dos puntos de valor inapreciable, rescatando al conjunto de Joaquim Costa de una situación límite.
El onubense se redimió de su mediocre actuación, a tono con el decorado, con una acción decisiva allá donde se fraguan los héroes. En los últimos instantes. Quedaban 23 segundos por jugar y el Ciudad de Huelva ganaba por la mínima (6766). Vallmajó, que junto al joven Saúl Blanco, había mantenido a su equipo vivo hasta el final, cruzó toda la pista para sembrar un escalofrío en las gradas (6768).
Con sólo 10 segundos para la bocina, Isaac López asumió la responsabilidad sin éxito. Entonces emergió la voluminosa figura de Morón, para capturar el rebote en ataque y levantar una bola que vale su peso en oro. El Gordo, en su versión onubense, firmó un triunfo que acerca la permanencia.
En doloroso contraste, John Williams no ayudó demasiado. Mostró una incapacidad alarmante para jugar en la zona. Un tapón sin saltar de Wideman fue la mejor muestra y apenas encaró el aro (0/3 tiros). Su tarjeta estadística (0 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias) es indigna de un americano. La paciencia que muestra el cuerpo técnico con el californiano es más una cuestión de fe que de argumentos.
Consciente de su ventaja en las rotaciones, Costa reforzó su apuesta por un partido de alto ritmo para desgastar al rival. Funcionó, a medias. En unos casos las fuerzas (Panadero), en otros las faltas (Prickett y Wideman), privaron a Gijón de sus mejores bazas, pero ni Sergio Sánchez, demasiado alocado anoche, ni Montaner supieron llevar el tempo del partido.
La entrada en acción de los locales fue de lo más correcta. Tras los escarceos de rigor (04, 94, 109), no tardaron en hacerse con el control del duelo a base de defensa. El único lunar fue la marca sobre Panadero (10 puntos en diez minutos) y cómo no, los tiros libres (2/7 en el primer parcial). Aun así, la ventaja local (2317, min. 10) comenzaba a ser apreciable.
Con la intención de abrir brecha, Costa dispuso a su cinco más potente (Sánchez, López, Boccia y los dos extranjeros) pero paradójicamente, el Ciudad se atascó (2523, min. 14). Es más, Fernández refugió a los suyos en una zona y Gijón alcanzó el intermedio en franquía.La escapada visitante alcanzó su cenit mediado el último cuarto (5257, min. 34), pero la explosión de Rogelio Legasa contuvo la hemorragía. El pívot reservó 8 de sus 16 puntos para el último periodo (valiosísimo su 8/9 desde la personal) y echó de la pista a Prickett y Wideman. Fue el baluarte de un parcial 90 que permitió al Ciudad de Huelva tomar aire (6157, min. 37), pero el duelo estaba destinado a decidirse en los minutos finales.
Los locales se estancaron después de que un triple de Isaac López les dejara con el viento a favor (6661, min. 39). Mera anécdota. Ocho puntos consecutivos de Xavi Vallmajó (triple, doble más adicional y canasta en penetración) dejaron el luminoso del lado asturiano (6666 a 37 segundos). Pero Morón no había dicho la última palabra.
LA CLAVE: La falta de efectivos de Gijón (sólo ocho jugadores) y el acierto final de Antonio Morón.
LA FIGURA: Débil en defensa pero letal en ataque. Rogelio Legasa (16 puntos con 2 rebotes y 7 faltas recbidas) fue el arma decisiva del Ciudad en el último cuarto. El pívot anotó 8 de los 9 tiros libres de que disfrutó en los últimos diez minutos. Algo muy valioso en el peor equipo de la LEB desde la personal.