Rafael Talaverón, que ya no jugó el domingo ante el Guipúzcoa, ha pactado con el club su desvinculación del primer equipo por motivos personales.
Los continuos problemas físicos que viene arrastrando últimamente también han contribuido a la hora de tomar su decisión. El pívot barcelonés de 31 años, fichado este verano del CB Aracena para reforzar el juego interior y aportar experiencia al equipo, pone así punto y final a su fugaz etapa en el CB Cornellà, que a penas ha llegado a los dos meses. Así pues, cuando parecía que el WTC había logrado cerrar definitivamente su plantilla para esta temporada tras la adquisición de Nate Higgs, esta baja supone un inesperado contratiempo para Miki Larraz. El técnico ha reconocido que el club se ha puesto de inmediato manos a la obra para encontrar un jugador de garantías que cubra el agujero dejado por Talaverón en la zona.
Daniel Gomis
Jefe de Prensa CBC