CIUDAD DE HUELVA 74 LOS LOBOS 82

HUELVA: Montaner (3), Alex Burgos (8), Rojas (6), Oscar Rodríguez (18), Stuckey (10) -cinco inicial-, Doblado (12), Panteliadis (2), Morón (6), Vickery (9) y Antonio Gómez (0).

LOS LOBOS: Sebas Ginobilli (13), Van Lacke (12), José A. Ferrer (20), McGhee (13), Tim Young (4) -cinco inicial-, Rivero (9), Alex Gómez (7), Nobile (0) y Diego Losada (4).

Parciales: 21-16, 39-43 (18-27), 62-63 (23-20) y 74-82 (12-19).

Stop a la recuperación. Los Lobos interrumpió la dinámica ganadora del Ciudad de Huelva con una victoria en el Palacio que pone en cuarentena la recuperación iniciada desde la llegada de Joaquím Costa. Amparados en una defensa extraordinaria y en la profundidad de una plantilla de calidad, los cántabros demostraron, que con un calendario exigente en el horizonte, a los onubenses les va a tocar sufrir.

La LEB se ha puesto seria. La regular ha entrado en su recta final y cada victoria vale su peso en oro. Locales y visitantes lo sabían y pelearon hasta el extremo por un triunfo que les acercara a sus respectivos objetivos. Venció el más fuerte, pero por encima de unos y otros ganó el baloncesto. El Palacio asistió a un partido de una intensidad propia del play–off, a un gran espectáculo. Fue un choque jugado a mil por hora, sin concesiones, con alternativas constantes y con un final de infarto. En suma, baloncesto en estado puro.

Bajo la dirección de Montaner, el Ciudad salió mandando (10–5). El derroche físico del canterano y un fugaz momento de inspiración en el perímetro (triples del propio Montaner, Burgos y Oscar Rodríguez) reportó a los locales la que a la postre seria su máxima ventaja en el partido (21–14), cuando el primer cuarto tocaba a su fin.

Nada que ver con el arranque del segundo acto. Los Lobos desplegó una intensa actividad defensiva que acabó colapsando el ataque de un Ciudad huérfano de Burgos. Un parcial 0 a 11 encendió la luz de alarma (21-27), pero Costa se equivocó al introducir a Panteliadis, su base de menor cilindrada, justo cuando se jugaba al galope. Eso retrasó al Ciudad en el marcador (32-43), eso y la exhibición de Ferrer (20 puntos con 3 triples), omnipresente en la ofensiva visitante. Una supercanasta de Vickery con la bocina anunciando el receso mantuvo con vida al conjunto onubense (39–43).

La reanudación trajo buenas y malas noticias para el Ciudad. Ferrer cometió su tercera falta, pero los onubenses seguían haciendo el acordeón (41–50, 46–50). En el tramo final del tercer periodo, sendos triples de Vickery y Oscar Rodríguez posibilitaron un nuevo acercamiento (62–63).

Con todo por decidir, el choque entró en el último cuarto. Los cántabros, excelentes atrás, redoblaron su esfuerzo defensivo. Van Lacke y Ginobilli evitaban cualquier penetración, mientras bajo canasta McGhee y Young suponían un obstáculo difícil de superar. Así las cosas, todo quedaba a expensas del acierto desde el 6.25, y anoche no fue el partido de los tiradores locales (10/30 triples), pese a que Doblado alimentó las esperanzas de victoria (74–72, a 3 minutos del final). Pero ahí se acabó el Ciudad y emergió Ginobilli. El argentino guió a su equipo a un definitivo parcial 0 a 9 que mató el partido, frenando en seco la recuperación de los onubenses.

LA CLAVE: La extraordinaria defensa y la intensidad colectiva del conjunto de Sergio Hernández fueron la llave del triunfo de Los Lobos. McGhee y Young frenaron a los pívots locales (solo el versátil Oscar Rodríguez inquietó con su lanzamiento exterior) obligando al Ciudad a depender en exceso del 6.25 (41 intentos dobles, 30 intentos triples). La defensa en el perímetro (entre Burgos y Doblado 4/14 triples) hizo el resto.

LA FIGURA: No fue el máximo anotador del duelo (honor que correspondió a un inconmensurable José Antonio Ferrer), pero si el hombre mas decisivo. Supo leer el choque a la perfección y en cada momento hizo lo mejor para su equipo. Le viene de familia, Sebas Ginobilli (13 puntos, 6 asistencias) el cerebro de la manada en Huelva.