RESULTADO: DRAC INCA 67 COINGA MENORCA 84
DRAC INCA: Alzamora (6), M. López (4), Bulfoni (11), Gutiérrez (3), Walls (20), Bryant (23).
COINGA MENORCA: Castelló (2), Floyd (7), Camps (16), Rueda (25), Catapano (2), Otegui(2), F. J. Martin (20), Mesa (10).
CRÓNICA
Una nueva derrota del Inca, la octava de forma consecutiva, que deja con un pie más fuera que dentro a Sanmaniego que puede ser cesado en la noche de hoy tras la reunión de la directiva balear.
El Drac Inca quiso pero no pudo. Así de simple. El grupo de Samaniego buscó la salida del laberinto, pero lo hizo a ciegas y sin ningún criterio. Al Menorca le bastó esperar el momento oportuno para asestar el golpe decisivo.
Los tres primeros cuartos se ajustaron fielmente al guión: intercambio de golpes y guarismos similares. Así fue hasta el último acto, cuando el Menorca arrodilló a los locales y no tuvo piedad de un enemigo inerme.
Los primeros compases de la contienda resultaron un presagio inequívoco de lo que vendría después: un encuentro típico de rivalidad regional, con mucha pasión en las gradas y escasa calidad sobre la cancha. Los primeros diez minutos se cerraron con un marcador, 19-18, que llevaba implícita la promesa de emociones fuertes, aunque el desplome local en el cuarto final lo estropeó todo.
En el segundo acto se mantuvo el equilibrio. Paris Bryant demostraba lo acertado de su fichaje, Walls siguió acumulando rebotes y el público se permitió soñar. Pero el Inca también tenía un motivo de peso para la inquietud: Leo Gutiérrez no anotaba, tampoco reboteaba y su defensa era inexistente. Si añadimos una actitud poco adecuada, el resultado son 28 estériles minutos en la cancha con una aportación esperpéntica. El ecuador llegó con un ajustado 29-30, pero daba la impresión de que el Inca iba al límite, mientras que el Menorca aún no había explotado todos sus recursos.
Camps y Rueda, con sendos triples, dieron el primer aviso serio a los locales. El Inca reaccionó y neutralizó la desventaja, pero el Menorca volvió a la carga y ya nunca cedió el mando. Con 49-53 en el marcador y tras un pase de Txomin López a la grada, Samaniego pidió tiempo en busca de soluciones, pero el Inca estaba a punto de encallar en el arrecife de sus limitaciones.
Con un rival sin tiro, el Menorca optó por una cómoda zona y aunque cedió muchos rebotes bajo su aro, esta circunstancia sólo contrinuyó a empeorar aún más los pésimos porcentajes locales. Un triple de Martín provocó la primera fractura: 49-60. La barrera psicológico de los 10 puntos había caído .
Los últimos minutos fueron sangrantes para el equipo mallorquín. El Menorca encestó a placer ante el clamor de su pequeño grupo de seguidores y el público local reprobó con fuerza a los suyos. Los 17 puntos finales de diferencia premiaron al conjunto de Curro Segura y castigaron a un Inca que se hunde sin remisión. La situación exige medidas drásticas.