El CAI Zaragoza afrontaba la vigésima jornada de LEB con entrenador nuevo en el banquillo y tres interiores lesionados que vieron el partido vestidos de calle: Onyekwe, Jojo García y Chris Maraker. El Palma Aqua Mágica tampoco llegaba en las mejores condiciones, sin Tutt y tras una semana en la que no habían podido entrenar tranquilos. Además el cambio de Robert Battle por DeMarco Johnson resta potencial a su juego interior, al menos hasta que DeMarco consiga ponerse en mejor forma.

El partido fue igualado hasta el segundo cuarrto, en el que Curro Segura disfrutó de una intensidad defensiva inusual en tierras mañas. Además, el Palma Aqua Mágica no sabía como romper esta muralla y tras el descanso cada pase se convirtió en una oportunidad para que los crecidos jugadores rojillos robaran la pelota e iniciaran un contraataque, Heshimu Evans y Darren Phillip parecen haber conectado a la perfección, y convertían cada buena acción en un show con celebración incluida. También destacó Joe Crispin, máximo anotador con 25 puntos. Al final, paliza: 95 a 72. “Mostramos intensidad y ganas de agradar y eso ha sorprendido a Palma“, resumía Curro Segura.

En las Islas Baleares se vivió un duelo igualadísimo que se decidió en la prórroga por tres puntos (95-98) y con polémica. El Drac Inca consiguió remontar la desventaja acumulada en el descanso (12 puntos de diferencia, conseguidos gracias a Rivero y Guillén principalmente) gracias al base Joan Riera y al pívot Dylan Page, y la buena incercia conseguida estuvo a punto de hacerle superar a su rival en los últimos minutos, pero un mal día en los tiros libres (54% global) dejó el partido en tablas tras los 40 minutos de rigor. En la prórroga se rompió el partido cuando los árbitros señalaron en contra de los locales dos faltas simultáneas: cuatro tiros más para Los Barrios, que veía con alivio como el triple final de Cangelosi no entraba y conseguían la victoria.

El CB Tarragona salió de la última posición de la tabla gracias a su victoria ante el Tenerife Rural en el Serrallo. Para ello tuvieron que superar la magnífico primer tiempo de Barbour, que acabó con 21 puntos y 30 de valoración tras el segundo cuarto. Tras el descanso Wolfram lideró a su equipo para romper la igualdad imperante, y un 17-1 de parcial hizo inútil la reacción canaria en el último cuarto, que acabó con 79 a 71 en el luminoso.

Para finalizar, el anfitrión de la próxima Copa Príncipe, el Melilla Baloncesto, derrotó al Autocid Ford Burgos en casa merced a la labor anotadora de Anthony Stacey, que con 22 putos lideró a los suyos estando bien protegido por un Southall que capturó 9 rechaces haciendo menos inluyente el dominio visitante en el rebote. Melilla consiguió una amplia ventaja antes del tercer cuarto y esto permitió a los del recién renovado Paco Olmos permitirse cierta relajación en el último parcial, en el que los de Bohías remontaron 9 puntos.