Después de una charla entre toda la plantilla -incluido el cuerpo técnico- con el presidente del Melilla Baloncesto, Francisco Díaz Corvera, decidieron en la mañana de ayer retomar las sesiones de entrenamientos tras la promesa expresa del presidente de pagar la nómina de noviembre la próxima semana y de poner al día las deudas a primeros de año.

Torrubia, capitán y representante de los jugadores ante la junta directiva se pronunció sobre las decisiones de estos dos últimos días diciendo que “teníamos que tomar alguna medida de presión porque la cosa no podía seguir así. Algunos jugadores no han pasado unas buenas navidades a causa del dinero y no se puede trabajar sin saber noticias de nuestro futuro”. Además, Torrubia afirmó que “el equipo ha vuelto a los entrenamientos, sobre todo, porque queremos demostrar que somos profesionales” al margen de confirmar que “el presidente nos ha dicho que para la próxima semana podremos cobrar el mes de noviembre y para enero nos pondremos al día. Nos ha pedido que confiemos en su palabra y eso estamos haciendo. Hemos vuelto al trabajo y ahora a esperar”
La plantilla que entrenó en cuadro ante la ausencia de varios componentes de la plantilla como Lester Earl que con una dolencia en la rodilla no entrenó y visitó al traumatólogo para el diagnóstico de la lesión.

Junto a Lester, Borja Fernández fue otra de las ausencias por estar aún en la península esperando su máscara protectora aunque parece que llegará hoy para incorporarse a las sesiones. Además, Rafa Monclova, base titular, tuvo el día libre al contraer matrimonio por lo civil en el día de ayer. Si a todas estas bajas –en total tres- le sumamos las dos ausencias definitivas de Malcom Battles y Rubén Quintana, nos encontramos con que Izquierdo sólo pudo usar a 6 jugadores, por lo que poco se pudo hacer.