Nos situamos en el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada el pasado 31 de mayo del presente año: por aquel entontes, el Tenerife Rural disputaba las semifinales de la que era su segunda Final Four consecutiva.

Tras un disputadísimo encuentro ante Melilla decidido en los últimos segundos, se repetía la historia del curso anterior y el equipo entrenado por Rafa Sanz quedaba apeado del sueño que suponía regresar a la ACB cuatro años después de su última participación.

Al conjunto canario no le quedaba de otra que resurgir de sus cenizas y empezar otra vez de cero en la configuración de un proyecto que les llevase a luchar por el retorno a la máxima competición nacional.
 

Afectados por la tan nombrada crisis, y como le ha sucedido a la gran mayoría de clubs, tocaba apretarse el cinturón y acortar gastos a la hora de elaborar el nuevo plantel lo que provocó que algunos de sus hombres más importantes no continuasen en la plantilla. De este modo, Francis Sánchez, Pat Carroll, José Ángel Antelo, Maraker, o la estrella del pasado curso Lamont Hamilton volaban de la isla a la búsqueda de nuevas experiencias.

A estas bajas se unía la del entrenador Rafa Sanz que partía al vecino UB La Palma dejando vacante un banquillo que recaería en manos de Iván Déniz, técnico tinerfeño que venía de triunfar en las dos últimas campañas en la liga mexicana.

Con todo ello, el nuevo "coach" se veía en la obligación de realizar una arriesgada apuesta con la configuración de un equipo prácticamente nuevo y en el que Adrian Boccia y Julio González renovaban aportando su granito de experiencia. El club buscaba hacerse fuerte en la zona y para ello contrataba a hombres como Kevin Freeman, Atila Santos, o Bruno Fiorotto, a los que acompañarían en la línea exterior por jugadores de renombre en la Liga LEB como Eric Sánchez, Sergio Pérez o José Manuel Hernández. Finalmente, la gran apuesta era el fichaje del Jamaicano Weyinmi Efejuku que llegaba como la gran referencia ofensiva tras sus buenos números en su etapa universitaria.

De este modo, el equipo se ponía en marcha con un objetivo claro, el de ir sumando partido a partido para finalizada la fase regular poder luchar por ser uno de los ocho que disputasen el play off.

Pero a día de hoy la realidad del Tenerife Rural es mucho más distante de los objetivos marcados o de lo que podría entreverse antes del inicio de la campaña; una vez disputadas tres jornadas el equipo aun no ha sido capaz de sumar un sólo triunfo y se encuentra situado como colista en la tabla.

Con la competición recién comenzada la situación del equipo aun no es crítica ya que en una liga tan igualada como la LEB Oro todo podría cambiar  en apenas un par de jornadas, pero lo que si es evidente es que el conjunto de Iván Déniz comienza a dejar muestras muy preocupantes que indican que mucho tendrían que cambiar las cosas para que el equipo no sea un firme candidato al descenso directo o al play out.

El calendario sigue corriendo y al equipo comienzan a entrarle las prisas por estrenar su casillero. El partido del próximo fin de semana será sin lugar a duda un encuentro para poder ver el margen de mejora y la capacidad de reacción de un equipo que recibe al líder Socas Canarias con la obligación de ganar sí o sí, hecho para el cual deberá de evitar caer en los errores de anteriores jornadas.

Desde Solobasket tratamos de desgranar las claves que a lo largo de estas semanas han hecho colista al Tenerife y buscamos la luz al final del túnel con aquellos aspectos que pueden ayudar al equipo a levantar cabeza para recuperar el nombre y el lugar que merecen:

Las 5 claves negativas del equipo colista:

+ 51´6 puntos de media: Así de pobre es el promedio anotador que presenta el equipo canario, y es que el peor ataque de la competición apenas ronda el medio centenar de puntos por semana siendo el peor promedio en tiros de dos puntos (40´4 %) y el segundo peor desde la nueva línea de 6´75 (18´5 %), cantidades con las que es prácticamente imposible optar a la victoria. Esta baja efectividad de cara al aro va en paralelo al pobre promedio de asistencias por encuentro que hacen del Tenerife el peor equipo en este aspecto con 4´7 pases por noche, muy lejanos de los 16´3 que materializa el mejor clasificado en este aspecto, el Melilla Baloncesto.

+ Baja aportación de sus bases: Flojo inicio de campaña para los playmakers del equipo; en el teórico puesto de titular encontraríamos a un Adrian Boccia que ha reducido notablemente su aportación al equipo bajando su promedio anotador desde los 8´1 puntos del pasado curso a los 1´3 del actual, su media de asistencias desde las 2´2 a las 1´3, y sus 2´4 rebotes hasta 1. Además, el jugador ha pasado de provocar 2´7 faltas por noche a apenas 1 en cada encuentro, y sus porcentajes de tiro se encuentran en un pobre 11´8% con un sorprendente 0% desde la línea de tres puntos. Con todo ello, su valoración de 8 puntos en la última campaña se ha visto reducida hasta los -3 de la presente.

En el caso de Eric Sánchez, el jugador procedente de Los Barrios ha visto aumentar sus minutos de juego respecto al pasado curso pasando de los 18 a los 24, pero al igual que Boccia ha empeorado sus estadísticas bajando de los 6 puntos de media a los 5, de las 1´7 asistencias a 1, y su valoración de los 4´6 a los 4 debido en parte a su mayor pérdida de balones y a sus peores porcentajes de tiro.

De la mejora del juego de ambos dependerá que el margen de mejora del equipo sea mayor o menor.

+ Adaptación de Efejoku: Pese a que el jugador cotonú es con 12´3 puntos el mayor anotador del Tenerife, debiera de aportar mucho más al juego de equipo ya que el conjunto de estadísticas apenas le permiten alcanzar los 21 puntos de valoración a lo largo de los 3 partidos disputados, es decir, 7 tantos de media por encuentro que quedan muy lejanos a los números obtenidos en la Universidad de Providence y que le sirvieron como pasaporte a la liga LEB.

+ Bajo promedio reboteador: El conjunto de Iván Déniz es, por detrás de Ourense, el equipo con peor media reboteadora de todo el campeonato. Los canarios capturan apenas 29 rebotes por noche y de los que apenas 7´7 se producen en los aros rivales. Gran parte de la responsabilidad en esta faceta pasa por las manos de la pareja interior titular ya que mientras Atila Dos Santos captura 8 rechaces por encuentro, la aportación de su compañero Fiorotto es de tan sólo 3´7.

+ Las amenazas de rescisiones sobrevuelan a la plantilla: Así es el baloncesto, cuando las cosas van mal la rumorología se pone en marcha y el futuro de los jugadores comienza a correr peligro. En el caso del Tenerife Rural, la sombra de las rescisiones de contrato comienza a acechar a la plantilla en los últimos días, algo que tiene a aumentar la ansiedad y el nerviosismo, y que se personaliza en la figura del ala-pívot Kevin Freeman sobre quien se tantea una posible baja. El jugador norteamericano ha demostrado muy poco desde su llegada a la isla y pese a disfrutar de 20 minutos de juego por noche, sus números se reducen a los 3´5 puntos y 1´5 rebotes de media sin haber anotado aun un sólo tiro de dos puntos.

Puntos a su favor:

+ Tercera mejor defensa: Pese a su flojo promedio anotador hay datos que invitan a ser optimista pues el equipo isleño cuenta con la tercera mejor defensa del campeonato con apenas 67´7 puntos encajados por noche, y habiendo recibido por ejemplo 26 puntos menos que el líder de la tabla, el Socas Canarias. Si consiguen traspasar esta efectividad al ataque, las victorias no tardarán en llegar.

+ La experiencia es un grado: Y como tal deben de aprovecharla tres hombres que ya saben lo que es sacar adelante al Tenerife Rural; Boccia, Julio González y José Iván Rodríguez deberán de ayudar a sus nuevos compañeros a acelerar el proceso de adaptación tirando del carro y contagiando al resto del equipo de su juego.

+ El empuje de la afición: Aunque las cosas no están saliendo como se esperaba, si de algo ha podido presumir siempre el Tenerife Rural es de contar con un grupo fiel de aficionados. A lo largo de la semana, la afición tinerfeña ya han mostrado su apoyo al equipo anunciando que estarán presente en las gradas del Ríos Tejera desde donde tratará de enviar sus ánimos al equipo en la lucha por la primera victoria del campeonato.