Etosa Murcia, 95 (29 + 26 + 18 + 22): Monclova (18), Xavi Sánchez (7), Stacey (6), Reynolds (16), Moya (13) cinco inicial; Galilea (9), Mons (9), Horton (7), Zamani (0), Bárcenas (6) y Edu Sánchez (4).
Ourense, 80 (21 + 20 + 16 + 23): Bernabé (21), Sergio Pérez (20), Pacreu (6), Lester Earl (4), Kuisma (2) cinco inicial; Aldama (1), Isaac López (9), Ebong (11) y Berenguer (6).
MARCADOR cada cuarto: 29-21, 55-41 (descanso); 61-49 y 95-80.
ÁRBITROS: Sacristán y Tortella. Eliminaron por cinco faltas personales a los locales Bárcenas (min. 38) y Stacey (min. 40), y al visitante Aldama (min. 28).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga LEB. Palacio de los Deportes de Murcia. 1.500 espectadores. Debut en casa del técnico Felipe Coello.
Hace quince días, tras la derrota del Etosa Murcia ante el Lobos Cantabria, el público despidió a los jugadores murcianistas en pie con gritos "fuera, fuera". Sólo quince días después, la afición también despidió a sus jugadores en pie, pero tributándoles una cerrada ovación. Los que por deméritos propios antes eran villanos se convirtieron en héroes por méritos propios. Desde entonces sólo ha habido un cambio en el conjunto murciano: Felipe Coello en lugar de José María Oleart. La conclusión es que el Etosa Murcia necesitaba un cambio radical de dirección, y los jugadores le han dado la razón a los que pensábamos que la clave estaba en el entrenador. Algo así demostró ocurrirle al Ourense en Murcia. La situación que atraviesa el conjunto gallego es muy similar a la que vivía hace sólo quince días el club murciano: buenas individualidades pero falla el conjunto.
El primer cambio radical del Etosa Murcia está en la actitud. Antes era un buen ramillete de individualidades, algo insuficiente. No existía el conjunto. Ahí está el mayor mérito de Coello, quien ha transmitido su espíritu de lucha a unos jugadores que hasta hace muy poco parecía que carecían de él.
La nueva actitud se vio desde el primer minuto. El conjunto grana ofreció una garra e intensidad en su juego hasta ayer desconocida. Por ello, se fue en el marcador cuando sólo se habían consumido siete minutos gracias a un parcial 11-4 (18-13). Sólo la segunda falta de Stacey frenó un poco al conjunto local, en el que Monclova devolvió la tranquilidad con sus tres triples en el primer cuarto (29-21).
El Ourense es casi una caricatura de equipo cuando no están en pista Juanjo Bernabé y Sergio Pérez. Sin ellos, el Etosa Murcia adquirió la máxima renta del primer tiempo, que fue de diecisiete puntos (42-25). La clave estuvo en la buena defensa y en la selección de tiro. De hecho, los jugadores de Coello acabaron la primera parte con 55 puntos, sólo dos menos de los que habían anotado una semana antes en Tenerife (55-41).
Otro cambio radical. Cuando al Etosa Murcia no le salían antes las cosas en ataque, se hundía. Ante el Ourense no fue así. El conjunto murcianista, después de adquirir una renta de 18 puntos en el tercer cuarto (69-51, min. 28), se tiró cinco minutos del último sin anotar un solo punto. Pero como en defensa luchó denodadamente, nunca vio peligrar el triunfo pese a situarse el Ourense a 8 puntos (73-65). Pero Bernabé y Sergio Pérez fueron insuficientes para los visitantes porque enfrente había un conjunto con ganas de guerra. La situación comprometida del último cuarto la resolvió el Etosa con tres triples consecutivos.
El debut casero de Felipe Coello se saldó con un triunfo que devolvió la ilusión a la afición. Pero la impresión que dio el Etosa Murcia es que es un equipo que todavía tiene un buen margen de mejora. Si no se lo creen, los jugadores que antes eran unos villanos seguirán siendo hérores. Igual podría ocurrir en el Ourense, pero para ello hace falta un cambia radical en la dirección.
EL MEJOR: el conjunto del Etosa Murcia, un bloque que ante el Ourense con tuvo fricciones.
LA CLAVE: la concentración y el espíritu de lucha de los jugadores locales.