Antonio Rodríguez Rabadán destituido como técnico del Valls. Rodríguez paga, creo que sin culpa, las malas gestiones y la mala política que a mi entender sigue el club catalán desde pretemporada.
Se cesó, destituyó o no se renovó (llámenlo como quieran), a Jordi Clavero. Se puso como excusa la falta de plena dedicación del técnico. Continúan y el equipo no lo diseña un técnico, ni siquiera el secretario técnico del club Lluis Costa. Lo diseño y con jugadores únicamente de su agencia, el Sr. Miquel Solá. El mismo que trajo a Látimer, este crack que en dos semanas casi llega a las manos con Tombas, Bordas y con su entrenador. Para más desvaríos la reunión donde se finiquita a Rodríguez Rabadán se compone por la directiva y otra vez el sempiterno Sr. Miquel Solá (agente de jugadores).
No quiero hacer de abogado del diablo pero mirando las cosas con mesura y raciocinio ya me dirán como se puede juzgar la labor de un técnico al cual le han hecho la plantilla, donde después de anunciar la llegada de Andy Williams y Greg Clansen se ficha a Damián Reid y a Charles Poe, donde se corta a estos jugadores a lo que se une la marcha de David Viñas, descontento con los minutos de juego de que dispone. Para colmo de males llega el ínclito Antonio Látimer.
Ya dije una vez que los inventos están muy bien si estos salen bien; o son en la NBA donde los descensos no existen. Ojalá que las aguas vuelvan a su cauce. Al cauce del que hasta ahora era un club ejemplar en cuanto a seriedad.
Por cierto en los mentideros suena como sustituto el apellido Gavaldá.

Un saludo y a bailar