El pívot Kenney Green que sufrió un fuerte esguince de tobillo en su pie izquierdo en el partido del pasado viernes en tierras gallegas frente al Ourense y que le impidió volver a saltar a la cancha, será seria duda para la próxima jornada.
Aunque habra que esperar su evolución en los próximos días, según los médicos del club su participación se antoja más que complicada debido a la gravedad de la lesión.
En un primer momento incluso se pensó que podía tener afectados los ligamentos pero tras varias pruebas practicadas tras su llegada a la isla quedaron disipadas estas dudas y ahora solo cabe saber si podrá estar o no en el último partido de la primera vuelta a las órdenes de Oliete.