El Caso Green es una patata caliente que en el club balear se pasan de unos a otros. Como ya informábamos ayer el jugador se muestra confiado en poder jugar ya que se encuentra muy recuperado de la lesión y quiere ayudar a sus compañeros en este último partido de la primera vuelta.
Los médicos del club por su parte, habían diagnosticado dos semanas de baja para el pívot debido a la gravedad de su esguince de tobillo y al concoer las intenciones de Green han dejado la decisión final en manos del entrenador significando que jugar esta noche conlleva un enorme riesgo para Green.
Así pues será Oliete el que decida minutos antes de que empieze el partido si Green juegue o no esta noche.