Poco duró Terquin Mott en el Lobos. Lo cierto es que estaba cantando. Con fichajes así poco se puede hacer y menos en una categoría en la que la casta y la entrega tiene mucho que decir.
La actitud de Mott en los últimos partidos siempre estuvo en entredicho, sobre todo cuando su juego discurría más por el perímetro que en la zona, donde es el habitat natural de un pívot. Además su condición física no era la mejor por lo que en la tarde-noche del sábado se llegaba a un acuerdo entre la partes para la rescisión del contrato.
Ahora aprovechando el parón de la Copa la directiva cántabra ya se ha puesto manos a la obra en la búsqueda de un sustituto que puede cerrarse en la próximas horas para que pueda acoplarse durante estas dos semanas al trabajo de que Sergio "la oveja" Hernández quiere implantar en el grupo.