Crítica es la situación que vive el Melilla Baloncesto por motivos estrictamente económicos. Las polémicas con la directiva y sus problemas en el pago parecían haberse calmado tras el acuerdo al que se llegó con las autoridades locales para poder garantizar el pago a la plantilla hasta final de temporada.
Lo cierto es que en el día de ayer de nuevo volvía a saltar la noticia cuando su entrenador, Josep María Izquierdo, hacía unas declaraciones en las que dejaba bien claro que si no tenían garantías de cobro hoy abandonarían el equipo "si no hay posibilidades de cobrar nos vamos a casa. Hemos aguantado hasta donde hemos podido".
La plantilla no cobra desde el mes de Enero y lo que piden es que se les garantice que hasta final de temporada van a hacerlo ya que con este clima de incertidumbre no quieren seguir.