La vida sigue igual, como dice la canción: cuando el líder es un equipo del nivel del conjunto valenciano poco importan las vacaciones de Navidad o los descansos. Los viajes de las jugadoras de Manolo Real para pasar las fiestas con la familia pesaron un poco, pero no lo suficiente para arrancarles la condición de invicto. Por contra, el parón navideño ha servido para que algunos se conjurasen y sacasen adelante a equipos que no deberían de estar donde se encuentran.
La jornada arrancaba el viernes con los encuentros de los dos primeros: Ciudad Ros Casares y C.B. San José se siguen mostrando muy fuertes en la competición y ya han asegurado con creces su condición como cabeza de serie para la Copa de la Reina. Las valencianas viajaron a Vigo para enfrentarse a un Celta Vigourban que estuvo cerca de dar la sorpresa cuando mediado el encuentro se marchaba de seis puntos, pero la reacción de las de Manolo Real fue aplastante, con un parcial de 17-41 en los dos últimos períodos para cerrar el encuentro en 45-63. Delisha Milton y Evanthia Maltsi demostraron ante las gallegas porque el conjunto valenciano es el mas fuerte de la competición: once puntos y siete rebotes para ambas jugadoras, las mejores en un equipo donde el resto aportó lo suyo aunque en dosis muy pequeñas, pero suficientes para derrotar a un Celta ha de mantener la regularidad si quiere estar en la Copa tras una temporada en la que estuvieron a punto de descender. El San José también jugaba fuera, en una pista complicada como la del EBE Promociones Santa Eulalia, pero supieron sacar una victoria frente a las ibicencas que vale bastante: con el partido igualado al descanso, las de Miguel Ángel Estrada consiguieron una ventaja muy corta, apenas cinco puntos, que mantuvieron hasta el final del encuentro gracias a la siempre presente Linor Cohen, apoyada en esta ocasión por Allison Feaster, que se fue hasta los catorce puntos. Por parte del conjunto local Silvia Morales volvió a ser la mejor con dieciséis puntos y nueve asistencias.
Ya el sábado jugaban dos conjuntos que, con sendas victorias, consiguen sacar la cabeza y respirar un poco teniendo en cuenta la posición que ocupan. El Hondarribia volvía a ganar tras dos semanas, por 72-62, a un duro Cadí La Seu que en Hondartza lo dio todo durante los primeros tres períodos pero que acabó pagando bastante cara la lesión de Jenni Benningfield. La americana lo pasó mal ante Jansone, Christon y Tamane (las tres mejores entre las locales) y tuvo que marcharse del partido con problemas en un gemelo, lo que le complica a las de Victor Lapeña la posibilidad de meterse en la Copa. A pesar de que, matemáticamente, las de Jon Txakartegi todavía pueden meterse, los flojos resultados de la primera vuelta y su próximo rival (el C.B. San José) le complican la vida en una primera vuelta que ha sido para olvidar. El otro conjunto que quería resucitar y que poco a poco lo va consiguiendo es el Extremadura Dato, que sacó petroleo en Las Palmas tras derrotar al Cajacanarias por 79-86, en un partido donde las de Maikel López se apoyaron en la labor de la omnipresente Hodges (33 puntos), pero que poco pudieron hacer ante el empuje del quinteto titular extremeño, que anotó 76 de los 86 puntos del equipo. Así, las dos últimas victorias de las extremeñas les ponen ya con tres, marcando distancias con Mann Filter Zaragoza y Arranz Jopisa Burgos. Esta tarde, ambos conjuntos se enfrentan en suelo burgalés en un partido a cara de perro, mientras que Rivas Futura viaja a Salamanca a enfrentarse con un Perfumerías Avenida que quiere estar arriba: las ripenses mirarán de reojo lo que ocurra en Olesa de Montserrat, donde el Olesa-Espanyol y el Extrugasa también se juegan sus opciones de estar en la Copa.