La ciudad y la organización se vuelcan

Pontevedra fue una auténtica fiesta. La organización hizo todo lo posible para tratar este Torneo como se lo merece, estando a la altura de las circunstancias y cumpliendo en todos los aspectos. El Hotel Galicia Palace fue un auténtico hervidero de gente de baloncesto y el Pabellón consiguió registrar buenas entradas gracias a las campañas celebradas en colegios, medios de comunicación… Trato exquisito para los medios de comunicación favoreciendo su labor. Un diez y chapeau para la Directiva del Celso Míguez Ciudad de Pontevedra.

El anfitrión, fuera de la Final

De las cinco ediciones disputadas, en las cuatro últimas el equipo en cuya ciudad se disputaba la Copa LEB-2 se había colado en la Final. Parecía haberse convertido en una garantía el jugar la Copa arropado por el público local que llevó en volandas a la Final a equipos como Bilbao, Plasencia, Caja Rioja o Gandía. Esta vez no pudo ser ya que Celso Míguez tuvo en su mano el triunfo frente a Huesca pero no logró dar a sus aficionados lo que deseaban, una Final con sabor a Pontevedra. Lo bueno, que plantaron batalla pese a las numerosas bajas y la segunda semifinal, la más desigual a priori, fue la que contó con más emoción.

Puesta de largo para los fichajes

Ver en acción Terrance Hunter (Imaje Sabadell Gapsa), Levi Rost y Nigel Wyatte (Celso Míguez Procolor) ha sido uno de los grandes alicientes de la VI Edición de la Copa LEB-2. Los tres jugadores norteamericanos recién aterrizados en la liga y que solo han disputado un partido con sus respectivos equipos han tenido en esta competición del K.O. la piedra de toque de cara a demostrar su valía y sus posibilidades dentro de la cancha. El primero no se `enteró´ mucho en la semifinal frente a Autocid Ford Burgos mientras que los otros dos demostraron que pueden ayudar mucho al equipo gallego a reconducir la situación junto a la recuperación de alguno de los lesionados (16+10 para Wyatte y 14 puntos para Rost).

Burgos, único `repetidor´, consuma la reedición del título

Autocid no aprobó la revalida que supone el ascenso a la liga LEB y por ello volvía por tercer año a la Copa LEB-2. La mejor plantilla de esta liga, pese a que ahora mismo esté algo corta de efectivos en espera de dos refuerzos comunitarios que no tardarán en desembarcar en Burgos, no lo tuvo nada fácil en ninguno de los dos partidos que disputó, ya que en ambos empezó perdiendo. Y es que, como comentaba su entrenador, Ñete Bohígas, el equipo últimamente sale algo frío en los partidos pero en cuanto empieza a carburar es muy difícil de parar. La conexión argentina de jugadores cedidos por el TAU Mainoldi-Guaita fue vital. Hicieron historia, ya que ningún equipo lo había logrado, y ahora su próxima parada será la lucha por el ascenso a la liga LEB.

Reencuentros

Reencuentros y duelos de ex-compañeros en las Semifinales. En la primera, Brett Beeson se las veía con Tony Smith o Steve Horton, con los que la temporada pasada lograba el triunfo en la Copa de Gandía y se quedaba en puertas del ascenso. Precisamente fueron ellos los que en la primera semifinal le privaron de la posibilidad de sumar una segunda Copa a su palmarés aunque, como casi siempre, su actuación personal fue brillante. Otro de los grandes duelos fue el que vivieron Lino López y Frederic Castelló. Los dos bases que fueron compañeros en Mahón en las filas del Menorca Básquet vivieron un magistral duelo en la segunda semifinal. Lino López guió a los suyos en una brillante primera mitad para meter un `susto´ a un CAI Huesca La Magia que de la mano de Frederic Castelló remontó el vuelo. 21 puntos, 8 asistencias y 4 rebotes para el primero por 18 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes del segundo. También Andre Howard volvía a la cancha en la que el año pasado disputaba los partidos como local, al Pabellón Municipal de los Deportes de Pontevedra.

La Final no fue menos vibrante y Llorens Mons cogía su fusil y martilleaba el aro con 23 puntos, cinco triples, del que fuera su equipo durante cuatro partidos en la temporada 2003/04: Autocid Ford Burgos. Pero Tony Smith no tuvo piedad y con sus triples dio la vuelta al marcador dejando en la cuneta al equipo en cuyas filas estuvo enrolado en la 1996/97 en la liga LEB.

El arma: los triples

El basket control no existe en la LEB-2. Los cuatro equipos que habían llegado hasta aquí precisamente se distinguían por su alegría en el juego en el que prima el contraataque y las posesiones cortas. Este juego desinhibido ha llevado a los equipos a tirar un total de ¡¡¡164 triples en solo tres partidos!!!, anotando 64, cerca de un 40 %.