Ejemplo a seguir
Con solo 19 años daba el salto a la entonces liga LEB en las filas de Calefacciones Farho Gijón procedente del Joventut B con el que había debutado en liga EBA allá por la temporada 2002-03. Nos estamos refiriendo a Pep Ortega (2,01; 1984). “Cuando llegué a Gijón tenía 19 años, estaba muy verde tácticamente y me costó acoplarme mucho al equipo” reconoce.
Volvería después a su ‘casa’ en Vic, compaginando la presencia en el equipo de LEB-2 con los entrenamientos de Akasvayu Girona de ACB. Sabadell, Huesca y Prat serían sus otros destinos, siendo en el equipo de los potablava, un equipo sin extracomunitarios en la pintura, promediando 14,5 puntos (53% de dos, 35% de tres y 67% de tiros libres), 8,7 rebotes, 1,5 asistencias, 1,1 recuperaciones para 17,9 de valoración en prácticamente 33 minutos de juego en los 30 partidos jugados que le llevarían a ser MVP nacional y 4º absoluto de la LEB Plata, y máximo reboteador de la categoría.
Y es que el paso por la Adecco Plata “me ayudó a crecer en todos los aspectos y de coger retos tanto en ataque como en defensa… pero le puse especial énfasis en el ataque. Sentía que podía aportar más para mí equipo y cada año quería tener más cosas en mi repertorio de ataque para ser lo más completo posible. Las ligas como la EBA o la Adecco Plata van muy bien para gente joven porque te encuentras a jugadores de un nivel altísimo que podrían jugar más arriba y son muy duras”.
Sobre la temporada de su explosión en Prat “muy especial la verdad. Ahora que se me da la oportunidad de hablar de ellos les quiero dar las gracias a cada uno de mis compañeros, a TODOS (incluido a los jóvenes que venían del equipo B) por confiar en mí al 1000 % sin ellos seguro no hubiese hecho la temporada que hice. Estoy absolutamente convencido. En especial a mi amigo Toni Baena, preparador físico y al mismo tiempo psicólogo particular que hizo que sacara mi mejor versión todos los días, en entrenamientos y partidos.”
Su reentré en la Adecco Oro la pasada temporada de la mano de Girona F.C. y de Borja Comenge no pudo producirse de mejor manera, siendo parte de un bloque nacional fuerte del que formaban parte Albert Sábat, David Navarro, Miquel Feliu o Darryl Middleton que llegaría hasta los playoff en cuya eliminatoria de cuartos de final pusieron en serios apuros a Melilla Baloncesto en los que destacaba promediando 13,2 puntos y 5,6 rebotes para 17,4 puntos de valoración.
Esta campaña ya ha llegado incluso a ser MVP de la jornada novena con 35 puntos de valoración gracias a sus 31 puntos, 8 rebotes, 1 asistencia y 1 robo de balón.
Veterano joven
Su nombre es más que conocido en el baloncesto nacional pese a que solo tiene 22 años. Internacional en categorías inferiores con la Selección Española, y con dos bronces en su palmarés en sendos Europeos Sub’18 y Sub’20, Javi Vega (2,05 m.; 1988) se formó en las categorías inferiores de Baloncesto Fuenlabrada, equipo con el que debutaría en la ACB en la 2005-06 frente a Real Madrid. Tuvo que foguearse en la liga EBA, primero en el filial y después en el equipo vinculado, y es que, para Vega, “salvo casos excepcionales la mayoría de los jugadores deberían pasar por categorías inferiores porque el salto de junior a ACB o LEB Oro es muy grande tanto físicamente como en tema de conceptos, es un baloncesto muy distinto.”
Así en 2007-08 con 20 años hizo sus primeros pinitos en la Adecco Oro, llegando en enero a las filas de Hospitalet para tratar de consolidarse en la competición una temporada más tarde en Baloncesto León. Las expectativas no se cumplieron teniendo escasa participación en el conjunto leonés y en febrero de 2009 Vega ‘daba un paso atrás’ para terminar la temporada en Qalat Cajasol de la Adecco Plata.
La pasada temporada eclosionó en la Adecco Plata en las filas del filial de Baloncesto Fuenlabrada, Illescas, siendo junto a Nacho Guigou (Fundación Adepal Alcázar) uno de los líderes del equipo en el que también militaban Luis Parejo (Adepal), Dominick Martin (Lleida) o Lukas Kraus (breve paso por Palencia). Asegura que fue “una muy buena temporada tanto en lo personal como en lo deportivo. Un equipo joven con el que el objetivo era permanecer en la categoría y en diciembre ya lo habíamos cumplido. Como grupo increíble pues nos conocíamos todos de temporadas anteriores y los que no se adaptaron rápido y bien. A nivel personal fui de menos a más terminando con buenas sensaciones. En definitiva, un año bonito.” Cuatro veces MVP de la jornada y unas medias de 13 puntos y 5,1 rebotes le valieron su renovación por dos temporadas en un Baloncesto Fuenlabrada que sigue decididamente apostando por la cantera.
Melilla Baloncesto, uno de los grandes de la Adecco Oro, apostó por él y esta temporada juega cedido en el decano de la Adecco Oro. Aunque las comparaciones son odiosas, con respecto a su anterior periplo por la Adecco Oro “físicamente he cambiado un poco y puedo ir al contacto con más probabilidades de éxito aunque aún me quede mucho que mejorar en ese aspecto, defensivamente puedo defender a gente más grande que en Hospitalet por ejemplo donde sufría muchísimo la falta de kilos” pero sobretodo, si algo ha sido importante para Vega en su paso por la Adecco Plata ha sido a la hora de “coger confianza, volver a sentirme importante, valorarme y coger fuerzas para afrontar nuevos retos.”
Y en se nuevo reto se encuentra sumido ahora mismo: disputar la Adecco Oro 2010-11, temporada de la que espera espero “hacer un buen año a nivel colectivo pues es lo más importante; aprender cosas nuevas y seguir madurando como jugador. Poco a poco me voy sintiendo más suelto y con capacidad de llegar a jugar a buen nivel en esta liga.”
Cerrando el círculo
Formado en las categorías inferiores de Baloncesto León, Javi Mugica (2,00 m.; 1983) daba el salto al segundo equipo del Club disputando la liga EBA las temporadas 2003-04 y 2004-05, alcanzando en esta última los 13,3 puntos, 7,9 rebotes, 1,6 asistencias y 1,2 robos para 17 puntos de valoración.
Sería una lesión en su rodilla derecha (rotura del ligamento cruzado anterior) la que cortaría su progresión y expectativas, teniéndole en el dique seco durante gran parte de la temporada siguiente en la que solo disputaría 11 partidos en el equipo EBA de Baloncesto León antes de empezar su periplo profesional fuera de su ‘casa’ baloncestística. Así, la irrupción en la LEB-2 de Palencia permitió que el pívot maragato viviera su primera experiencia en una liga LEB sin salir de su Comunidad Autonóma cedido junto a Franco Rocchia. Allí compartiría minutos con jugadores como Pepe Llorente, Jesús Castro, Tim Frost o John Floyd.
En el primer año de existencia de la LEB Bronce ficharía por Ávila donde poco a poco se hizo un hueco entre jugadores de la talla de Dreike Bouldin o Tim Frost a los que fue recortando minutos hasta llegar a promediar 7,7 puntos y 6,1 rebotes en 23 minutos de juego. Y es que para el ala-pívot “ha sido fundamental en mi formación como jugador y estoy muy orgulloso de haber jugado en cada una de las diferentes categorías”.
Pero si nos referimos a su despegue como jugador, hay que referirnos a la temporada 2008-09. Volvía a encontrarse con Pepe Llorente, esta vez en las filas de Balneario de Archena, formando con el base una sociedad anónima altamente peligrosa. Además, las lesiones de los jugadores foráneos hicieron que el equipo estuviera durante gran parte de la temporada formado únicamente por ‘producto nacional’. Encontraría su juego y la plenitud física en un “buen año con un gran vestuario”, llegando a declarar a nuestros compañeros de Muevetebasket que no se sentía inferior a ningún pívot norteamericano. Con sus 8,3 rebotes por partido conseguiría ser el mejor reboteador nacional de la categoría.
Fue esta capacidad reboteadora y su versatilidad la que hizo que el C.B. Guadalajara se fijara en él para incorporarlo la temporada pasada en una campaña que define como “fantástica tanto a nivel profesional como a nivel particular; en lo profesional tuve la suerte de contar con muchos minutos en cancha y la confianza del entrenador lo que me valió para afianzarme en la competición y repetir los buenos números que había hecho en Archena, en lo particular conocí gente que me caló muy dentro: compañeros, staff técnico, directiva… y desde aquí darle las gracias por todo porque son parte importante de que este dónde estoy ahora.”
Con los morados fue de menos a más, asumiendo mayores responsabilidades en la segunda parte de la temporada ante la baja del norteamericano Justin Howard y ante los rivales más duros, llegando a ser MVP de una jornada y yéndose hasta los 12,6 puntos y 8,41 rebotes para 18 puntos de valoración. Su paso por la Adecco Plata le sirvió para “desarrollarme y crecer como jugador y creer más en mí, creo que ha sido un paso de vital importancia para llegar a la Adecco Oro. Creo que gracias al año pasado he logrado llegar a Baloncesto León, porque me hicieron sentirme arropado y dar un paso adelante como jugador, por lo que son una parte importante del logro de volver a casa”.
A los 27 años ha logrado quitarse una espina y cumplir un sueño: vestir la elástica del primer equipo de Baloncesto León. Y es que más vale tarde que nunca. De esta temporada espera “a nivel colectivo lograr los objetivos marcados y si se puede entrar en play offs pues estaría genial; a nivel individual crecer como jugador y demostrarme que puedo jugar y a un gran nivel en esta liga, jugar en el Baloncesto León, es jugar en casa y así me siento.” Su carisma traspasa la pista, donde sus amigos han formado la peña Poty en su honor.
Los tatuajes como nexo de unión
Rompiendo tópicos. Igual que aquel título de película que decía que los blancos no la saben meter, tampoco hace falta ser de origen norteamericano para tener el cuerpo lleno de tatuajes.
Pep Ortega es uno de los jugadores de la Adecco Oro que se lleva la palma en cuanto a los tatuajes que luce en su cuerpo: un total de seis. “En las muñecas, las iniciales de los nombres de su padre y de su madre; en el antebrazo derecho las caretas de los buenos y los malos momentos; en el brazo izquierdo las iniciales WWJD (What would Jesus do?-¿Qué haría Jesús?) y el viaje con la B-Squad a Nueva York que recoge todos los barrios en los que jugaron; en el hombro derecho el tatuaje de la hermandad Ballers Squad con un dibujo de un lost angel (Ángel Caído) que la verdad me gustan muchísimo y el último y más importante es el que me hice en la espalda cuando mi abuelo falleció y es una cruz con un pergamino que le da vueltas y debajo por las lumbares nubes y dos ángeles mirando la cruz”.
Los dos Javieres no se quedan atrás. Ambos tienen cinco aunque solo nos desvelan el significado de cuatro de ellos. Vega nos cuenta que “el del antebrazo es Merayo que es mi segundo apellido y va por mi abuelo que falleció de cáncer; el de la pierna es el primero de todos y es un simple tribal que seguramente me lo amplíe. Como especial tiene aparte de que fue el primero que me lo hice con mi hermano; el del brazo es el Ángel Caído, estatua que está situada en el parque del Retiro de Madrid. Es la única estatua de Lucifer sobre el mundo y está a 666 metros de altura sobre el mar de Alicante. Sin embargo, el hecho de hacérmelo es más por lo artístico que representa que por ser el demonio; en el abdomen tengo mi nombre en chino (supuestamente).”
Para Mugica sus tatuajes son “lazos de unión con mis dos mejores amigos y mi hermano, el de la parte interna del brazo llevo tatuado en números romanos mi número y el de Sergio Sánchez (actual jugador de Santurzi y con el cual compartí vestuario en Ávila) con dos frases en latín de Julio César "Alea iacta est" la suerte está echada, que la dijo cuando cruzó el Rubicon con sus legiones desobedeciendo al Senado y " vini, vidi, vinci" vine, vi, vencí que la empleo para su conquista de la Galia. Otro es un boomerang en la parte trasera del gemelo, el cual me lo hice con mi mejor amigo y lleva en su interior dibujos de las tribus australianas, tengo otro en el pie también con un diseño austral que me lo hice igual que mi hermano. El cuarto tatuaje me lo hice en la primera etapa en León, cuando con el equipo de la Universidad quedamos campeones de España y me puse dos palabras en letras chinas con un fondo de flores y nubes. Llevo otro en la espalda en honor a un ser querido que falleció, pero su significado me lo dejo para mí.”