El Plasencia Galco ha trabajado duro durante las vacaciones de invierno para encontrar en el mercado una pareja de jugadores extracomunitarios que le permitan hacer frente a la baja por lesión del escolta Mark Adam Poag, que estaba ofreciendo un buen rendimiento desde su llegada y al corte de Hakeem Ward, que no respondió a las expectativas y abandonó el equipo junto a Sidao Santana.

En el puesto de escolta, los de Dani García se han hecho con los servicios del jugador americano Rodney Monroe (1,91 metros y 38 años), que cuenta con una amplísima trayectoria en ambos lados del atlántico. Formado en la Universidad de North Carolina, jugó dos temporadas en la NBA con los Atlanta Hawks (que lo draftearon en la posición número 30 en 1991).

Tras una temporada en la liga australiana, otra en Israel y tres en la CBA emigró a Europa, iniciándose en la liga chipriota y asentándose posteriormente durante cuatro años en Italia, jugando tanto en Lega Due (Fabriano, Rimini), como en Lega (Roseto). El año pasado promedió 19,2 puntos con el Rimini.

En posiciones interiores el elegido ha sido Raheim Brown, de 27 años y 2,08 metros de altura. Este jugador es un ala-pívot capaz de anotar tiros de media distancia pero que destaca por su capacidad atlética, lo que le permite capturar bastantes rebotes y finalizar jugadas de manera contundente.

Tras jugar en la NCAA, USBL, Italia, Filipinas y Argentina, este año probó suerte en Francia, donde se frustró su fichaje por el Cholet y finalmente acabó en el Asvel de Villeurbanne, aunque no contaba demasiado para el cuerpo técnico.

De esta manera, los dos extracomunitarios del Plasencia hasta la fecha dejan el equipo por motivos diferentes. La inoportuna lesión de Poag ha impedido al americano seguir demostrando su valía en la categoría de plata, y Hakeem Ward no ha rendido al nivel suficiente como para mantenerse en un equipo que depende mucho de sus americanos.