En el segundo partido del play-off de ascenso a la Adecco LEB Oro de la temporada pasada, Néstor Zamora y Àlex Piru Ros, se convirtieron en los verdugos del Plasencia Extremadura. El base catalán del River Andorra anotó 19 puntos y sumó 17 de valoración, mientras el escolta, también catalán, anotó 14 puntos y también valoró 17 con 3 de 6 en triples. Aquel día los de Joan Peñarroya vencieron y encarrilaron la serie con un ajustado 81-79. El técnico del Plasencia Extremadura Rafa Gomáriz pareció dar buena cuenta de la actuación de estos dos jugadores y ellos se han convertido en los dos primeros fichajes del nuevo proyecto extremeño en la Adecco LEB Plata.
El director de orquesta Néstor Zamora fue uno de los primeros descartes del River Andorra por decisión de Joan Peñarroya. El base, de 1,80 y 26 años, fue una apuesta del que fue director deportivo del River Andorra, Miki Larraz. El jugador formado en el Siemens Cornellà venia avalado por una buena experiencia en el Gestibérica de Vigo y en el Ourense, el COB. En su primera temporada se convirtió en una pieza imprescindible para Joan Carles Pié y después para Alfred Julbe. Los andorranos estaban contentos con su papel y apostaron fuerte por él. El curso pasado tuvo más sombras que luces aunque los números de Néstor Zamora no estuvieron nada mal ya que en 25 minutos por partido tuvo una media de 10 puntos. Se trata de un base puro con un buen uno contra uno y también es un jugador listo que interpreta muy bien el contraataque. Un lujo de director de orquesta para la LEB Plata.
El escolta Àlex Piru Ros estuvo a punto de continuar en el River Andorra. El técnico Joan Peñarroya le costó tomar la decisión de desprenderse de un jugador muy válido y el catalán decidió emigrar a Extremadura. Este escolta, de 1,92 y 28 años, es un jugador respetado por la gran mayoría de los técnicos por su gran capacidad de trabajo, su talento y su buena defensa. Piru, como así es conocido en el mundo del baloncesto, se formó en las categorías inferiores del FC Barcelona y allí militó con jugadores de la talla de Víctor Sada, Nacho Martín, Juanjo Triguero o Ramon Espuña. Con ellos se proclamó campeón de la Liga EBA. A partir de entonces empezó su peregrinación y pasó por el Valls, el Hospitalet, el Tarragona, el COB (Ourense) dónde coincidió con Néstor Zamora, Adepal Alcázar -consiguió el ascenso a Oro- y la temporada pasada en el River Andorra. En el equipo de Joan Peñarroya tuvo un promedio de 10 puntos por partido y se convirtió en una de las mejores amenazas del equipo des de los tres puntos. Eso sí, en los play-off no mantuvo el nivel de la liga regular.