El XVI Torneo Internacional Cadete "Villa de Íscar" finalizó con la victoria de la selección española frente a la de Turquía por 76 a 88, en lo que fue la reedición de las tres finales anteriores, aunque en esta ocasión con distinto resultado. Si en las anteriores fueron los otomanos los que se llevaron el título, este año España se resarció. Un gran Ramón Vila (20 puntos, 9 rebotes y 24 de valoración), bien secundado por el MVP del torneo, Xabi López (19 puntos y 19 de valoración), dejaron en nada los 22 puntos de Ridvan Oncel y los 17 puntos y 13 rebotes de Arber Berisha para reencontrarse con un trofeo que se le resistía desde la edición de 2007.
- BASES
Pese a un mal primer encuentro ante Turquía, el base sevillista no se vino abajo y protagonizó dos de las mejores actuaciones individuales del torneo. Ante Castilla y León anotó 21 puntos y en el encuentro por el tercer puesto ante Rusia se desmelenó con 25 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias, que ayudaron a su equipo a vencer a los rusos. Se trata de un base/escolta (en muchas ocasiones compartió pista con el otro base del equipo, Víctor Hernández) que puede anotar, dirigir y, sobre todo, liderar. De hecho, fue el jugador más utilizado del torneo con más de 33 minutos de media. En el partido ante Rusia se echó el equipo a la espalda e impidió la remontada rusa con su gran actuación.
El base ruso no destaca por su dirección, donde tiene algunas deficiencias, pero sí por su carácter y capacidad para anotar bajo presión. Con una mecánica poco ortodoxa, es capaz de lo mejor y lo peor desde el lanzamiento. Desde no tocar ni aro a anotar varios triples seguidos(incluyendo alguno con ayuda del tablero). Aprovecha con acierto su corpulencia para superar a defensores más pequeños en penetraciones y provocar faltas. Debe mejorar en regularidad y en capacidad para hacer jugar a sus compañeros, ya que en ocasiones peca de excesivo individualismo.
Un base anotador a la antigua usanza. El primer día sorprendió a todos con sus 26 puntos y ¡8 triples! (de 14 intentos) ante la a posteriori campeona España. Dio un clinic de salidas y lanzamiento tras bloqueo y, por supuesto, de acierto. El resto de los días estuvo menos brillante, pero dio muestras de su clase llevando el partido ante Rusia a la prórroga con una penetración repleta de calidad. Su principal defecto, más centrado en la anotación que en la dirección.
- ALEROS
Con la baja de última hora por lesión del jugador más mediático de esta generación, Jonathan Barreiro, el jugador del Joventut dio un paso al frente para convertirse en el líder de esta selección española y en el MVP del torneo. Con una técnica individual muy depurada, destaca en la anotación y en el 1×1 gracias a sus innumerables recursos ofensivos. Puede anotar de fuera aunque no es su principal fuerte (en el torneo presentó un pobre 5/19 en triples, 26%) y su altura, grande para la posición de "dos", le permite ayudar en el rebote (promedió más de 5).
El máximo anotador del torneo. Realizó dos muy buenos primeros partidos (ante Castilla y León y España "OT", con anotaciones por encima de los 20 puntos), pero se diluyó en la final ante la buena defensa planteada por los españoles. Aunque su puesto natural es el de escolta, puede ayudar a subir el balón ya que posee un buen manejo del balón y capacidad para el pase, aunque su principal objetivo es siempre el lanzamiento. Este es su principal "debe", ya que en la final se le notó algo ansioso y sus porcentajes se resintieron (20% en tiros de 2 y 25% en tiros de 3).
Probablemente, el mejor físico del Torneo. Suya fue una de las mejores jugadas del fin de semana, culminando con un espectacular mate una penetración por la línea de fondo. Además, posee una buena mecánica de tiro aunque en el torneo se ha mostrado desacertado (1 de 9 en triples). Su principal fuerte son las penetraciones, donde hace valer su gran capacidad atlética para finalizar muy arriba o en mate. En defensa, cuando quiere, puede poner en serios aprietos a su rival, como en algunas fases de la final donde ahogó a Korkmaz. Debe mejorar en las pérdidas (5 pérdidas por encuentro).
- PÍVOTS
"Cinco" puro y rocoso, pero no exento de calidad. Buenos movimientos al poste y capacidad de finalización con ambas manos. Además, posee un efectivo tiro de 5 metros y un porcentaje aceptable desde el tiro libre (71% en el torneo). En el torneo ha destacado fundamentalmente por su capacidad reboteadora. Ha sido el máximo reboteador con 11,7 capturas por encuentro. En defensa debe mostrar más consistencia y ser más duro, y aprender a controlar mejor las faltas personales.
Pese a su estatura, el uruguayo mostró un carácter y una garra envidiables. Pívot zurdo, por su configuración física y estilo de juego recordó en algunas ocasiones (salvando las distancias) a su compatriota Esteban Batista. Se vio superado por pívots más potentes (Karpenkov y los españoles Ramón Vila y Samuel Rodríguez), pero su entrega y lucha no menguaron en ningún momento. Finalizó el torneo con un gran partido ante Castilla y León, a la que endosó 27 puntos.
Comenzó el torneo cumpliendo (8 y 9 puntos) como contrapunto interior al potencial exterior de la selección (Yusta y López) pero sin hacer ruido, pero en la final dio el paso que necesitaba la selección para vengarse de Turquía y se convirtió en el protagonista del choque con 20 puntos y 9 rebotes. Otro "cinco" nato de carácter, entrega y buenos movimientos en la pintura, además de una buena capacidad para continuar en el pick\’n\’roll. Importante en tareas de intendencia, también puede anotar con ambas manos y dificultar la tarea a los pívots rivales. Además, tuvo trabajo extra por la baja de Eduardo Pérez, que acabó el partido contra Rusia tocado y no disputó ningún minuto en la final.
Su caso es similar al de Ramón Vila: papel secundario en la previa y protagonista en la final con 17 puntos y 13 rebotes. Interior que puede jugar de cara al aro de grandes condiciones físicas. Es rápido y sabe manejarse por la zona. Junto a Ercan Bayrak mantuvo una dura pugna con los pívots españoles. Sus acciones (espectacular un mate suyo palmeando un tiro errado de Berkan Durmaz) mantuvieron con vida a la selección otomana durante el encuentro, aunque resultaron insuficientes.
No contaban con él en un principio, pero al final llegó y convenció. Aunque en Castilla y León, por cuestión de altura, juega de pívot, su evolución natural le llevará hacia fuera de la zona (posición de 4 abierto o incluso 3) por su estilo de juego, ya que va mejor de cara que de espaldas al aro. Puede botar con ambas manos y tirar de tres. En defensa sufrió mucho ante jugadores de mayor peso y corpulencia y tuvo problemas con las faltas. Por ello, debe ganar peso si finalmente se ubica en posiciones interiores. En caso de evolucionar hacia el "3" deberá mejorar su desplazamiento lateral y capacidad para el dribbling.