A veces es difícil calibrar la ilusión con la que los equipos arrancan las competiciones. Poco se habla de la ambición y, cuando se hace, se da en contextos algo banales o superficiales. Este inicio de temporada demostró que, para algunos clubes como Lointek Gernika Bizkaia, la ilusión no era solo eso, sino que trató de lograr su objetivo. Tiraron de carácter, de ganas y de unión: así, el equipo que dirige Mario López y que conduce Rosó Buch, se clasificó para la final de la Supercopa. Y lo hizo ganando en la prórroga por 68 a 62 a uno de los grandes candidatos al título, Valencia Basket.

Crónica del partido

Un Valencia renovado, un Valencia con mucha hambre de victoria. El equipo revelación de las dos últimas temporadas quería dar otro paso adelante más en la lucha por el primer título y el primer rival a batir para ese objetivo fue Lointek Genika Bizkaia. Rubén Burgos pesentó su “nuevo” quinteto con Cristina Ouviña, Queralt Casas, Juskaite, Laura Gil y Raquel Carrera, y poco les hizo falta para golpear primero. La buena dirección de Ouviña, la movilidad del balón y los puntos de Carrera pusieron el 0-14 en el marcador cuando habían transcurrido 5 minutos. Las de Mario López, que contaron con Nadia Colhado, Bjorklund, Cornelius, Rosó Buch y Nogaye Lo como cinco inicial, empezaron buscando a la pívot brasileña, pero no encontraron el acierto deseado. Pues bien, si los primeros minutos habían sido un monólogo valenciano, los siguientes cinco fue una redención de Lointek Gernika. Empezó Rosó Buch con un 2+1, pero fue Roundtree la encargada de imprimir una marcha más en ataque y darle un toque de intensidad al equipo. Al final del cuarto, 16-15 para el conjunto vasco.

Con el arranque del segundo periodo, todo hacía indicar que asistiríamos a otra lucha de parciales, pero lo que se pudo presenciar fue un bonito duelo entre Trahan-Davis y Roundtree, cada una exhibiendo sus armas ofensivas. La defensa de Valencia Basket, con los traps a diferentes jugadoras, dejó de ser efectiva y la dinámica del encuentro cambió. Más errores en el tiro, más faltas y más igualdad, incluyendo varios cambios en el marcador. El protagonismo recaló en Rosó Buch, pues además de demostrar su inteligencia a la hora de distribuir el juego ofensivo, también apretó en defensa a las exteriores rivales y consiguió sacar alguna falta en ataque. Por su parte, Raquel Carrera, con 7 puntos, 8 rebotes y 14 de valoración, y que se había combinado a las mil maravillas con Laura Gil, se torció el tobillo casi al filo del descanso (27-27).

Tras el descanso, ambos equipos salieron enchufados y parecía que el marcador se iba a mover más que en el primer tiempo, sobre todo con los puntos de Allen y la presencia en la zona de Nogaye Lo aprovechando sus centímetros para hacer daño. No obstante, la defensa se volvió a imponer en el tercer periodo pese a los buenos minutos de Queralt. Es cierto que hubo algunos parciales -no tan largos como los del primer periodo-, pero eran contrarrestados al momento por otra jugadora del otro equipo. Fueron minutos con pocos puntos, ya sin Raquel Carrera en pista, que siguieron con la igualdad reinante en los anteriores periodos.

Las directrices del los últimos minutos estaban claros. En Valencia Basket, buscar a Laura Gil y, apartir de ahí, generar. Dicho y hecho: la ala-pívot produjo desde la zona, pero no fue suficiente para las órdenes dictaminadas por Mario López. Básicamente, más movilidad y más producción ofensiva por parte de las exteriores. Todos los puntos generados por Queralt o Laura Gil eran respondidos por las vascas. Con la máxima igualdad se llegó a los últimos minutos en los que apareció también Cristina Ouviña, pero unos pasos de Trahan-Davis permitieron que, en la siguiente posesión, Bjorklund empatara el partido y lo mandara a la prórroga.

Carácter, ímpetu, ilusión, alegría. Imposible definir la prórroga de Lointek Gernika sin emplear alguno de estos términos. Rosó Buch se coronó sacando faltas, robando balones, asistiendo y anotando para liderar a su equipo, que acabó clasificándose para la final. La base catalana dominó a su antojo y aprovechó los errores del club valenciano -que tuvo un raquítico 17% en triples- para hacer de la semifinal uno de sus mejores partidos que se le recuerda: 20 puntos y 7 asistencias para 22 de valoración. 

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