Fue Papaloukas el último en guiar a Grecia a lograr un oro. Con Diamantidis a su lado… y varios jugadores de la actual plantilla. Bourousis, Zisis y Spanoulis siguen al pie del cañón, y quieren volver a lo más alto.
 
Para ello, Grecia deberá superar a España el próximo martes 15 de septiembre. Los de Katsikaris están demostrando ser un bloque muy sólido y repleto de talento. En la fase de grupos no tuvieron excesivos problemas, más allá del difícil duelo ante Croacia, a la postre una de las decepciones del campeonato, pero han sabido mantenerse a buen nivel, y aún no conocen la derrota.
 
Grecia vive del buen momento de sus dos pívots, Koufos y Bourousis. Ambos se están mostrando decisivos, haciendo mucho daño en la zona, como se pudo ver en el cruce ante Bélgica, donde Koufos rozó el doble-doble. Junto a ellos, Printezis, letal con su bomba habitual, al que acompaña un clásico como Kaimakoglou.
 
El juego interior griego será clave por dos motivos: hacer daño a Pau Gasol, que evidencia problemas físicos, e intentar detener al propio Gasol, que aniquiló a Polonia desde el triple. Si Koufos y Bourousis castigan a Gasol, tendrán gran parte del trabajo hecho. Además, tanto Printezis como Kaimakoglou pueden ser huesos duros de roer para Mirotic y Reyes, contando con la poca presencia en pista de Hernangómez, Aguilar o Claver.
 
Será precisamente Claver una de las piezas más importantes en este encuentro, pues, si juega, deberá verse las caras con Giannis Antetokounmpo. La joven estrella griega está siendo el todoterreno de los helenos, desplegando toda su capacidad, incluso sorprendiendo con una mejora en su tiro exterior. El de los Bucks es puro músculo, muy rápido, y está resultando clave en el buen hacer de Grecia.
Pero si hay un nombre clave en Grecia, ese es el de Spanoulis. El jugador de Olympiakos es el líder de esta selección griega, y lo está demostrando. Al mismo buen nivel que acostumbra, siendo decisivo en la dirección de juego y capaz de anotar. No ha bajado de las cinco asistencias en todo el campeonato, y ya regaló alguna exhibición, como ante Croacia o Eslovenia. Vassilis ya sabe lo que es ganar ante los Sergios, y de él dependerá, en gran parte, el éxito o fracaso del combinado. Aunque no está solo en la dirección.
Sloukas, Calathes y Zisis completan una tripleta de bases de lo mejor del campeonato (por no decir la mejor). Sloukas ya ha demostrado ser un gran base en Euroliga, y aunque no está siendo su mejor campeonato, pues la competencia en el puesto es letal, ha regalado buenos minutos.
 
Calathes es, a priori, el base de inicio, aunque comparte pista con Spanoulis, lo que le descarga de responsabilidad. Su campeonato está siendo bueno, con un partido espectacular ante Georgia, pero siempre parece que puede dar un paso más. Zisis, por su parte, cumple a la perfección su rol desde el banquillo, aportando en todas las áreas de juego. Le da aire fresco al equipo griego, compartiendo pista también con otro base al lado.
 
La clave será, por supuesto, la profundidad de banquillo. Katsikaris cuenta con 12 jugadores de primer nivel, donde todo un NBA como Papanikolaou apenas disputa 10 minutos de media, mientras que es esta la principal laguna de la selección española, que cuenta con una rotación de 8-9 jugadores. Katsikaris podrá forzar la maquinaria de los de Scariolo, echando más leña al fuego cuando sea necesario.
 
Sobre el papel, Grecia parte como favorita. Calidad en el quinteto inicial, y banquillo profundo, con posiciones intercambiables y con grandes especialistas defensivos. España dependerá, de nuevo, de la actuación de un Gasol superlativo en los octavos de final, pero que arrastra problemas físicos y que se verá las caras ante dos jugadores fuertes. Antetokounmpo y Spanoulis sólo tendrán que ejecutar, siendo el primero un jugador muy difícil de parar para los exteriores españoles, que no cuentan con un tres alto, al margen de Claver.
Para terminar, Grecia tiene el hambre y la motivación necesarias para dar la estocada definitiva a nuestra generación dorada. Ya lo avisó Bourousis cuando se supo la eliminatoria: “En 2007, España nos robó aquel partido con todas aquellas cosas que hicieron. Aún recuerdo ese resultado. Me hará esforzarme incluso más”.