Superar en anotación  en el histórico de Maryland al tristemente desaparecido -y añorado- Len Bias-, y quedar sólo por detrás de Juan Dixon, leyenda viva del baloncesto universitario, bien merece unos minutos de atención.

A Greivis Vasquez se le ha llegado a comparar con el argentino Manu Ginobili, tal vez porque comparten detalles, intangibles, aunque también la comparación obliga cuando nos referimos a jugadores nacidos en Sudamérica.

La temporada pasada intentó el salto al draft, en edad junior, pero dio una acertada marcha atrás. Esta temporada se ha acabado de consolidar como uno de los mejores jugadores de la Atlantic Coast Conference (ACC), además de pasar a formar parte de la leyenda de los Terrapins.

Greivis Vasquez (23 años, 1.97) ha acabado la temporada como MVP de la ACC y en su gran curso se ha visto coronado como mejor base al obtener el Trofeo Bob Cousy. Cum laude. Y es que el venezolano es un base alto de los que escasean aunque también puede desempeñar funciones de escolta. Sus más de 2.000 puntos acumulados durante cuatro temporadas le convierten en el segundo mejor cañonero en la historia de los Terrapins. Esta temporada ha finalizado con promedios de 19.5 puntos, 4.6 rebotes, 6.3 asistencias y 1.7 recuperaciones, con porcentajes del 36% en triples y 43 % en tiros de campo.

Vasquez es impulsivo, tanto dentro como fuera de la cancha. Es el jugador más odiado por la afición rival y en alguna ocasión su trash talk le ha originado más de una crítica como cuando ninguneó a la Universidad de Memphis. Ese ímpetu también se puede apreciar en la cancha. Capaz de lo mejor y de lo peor en un mismo partido; jugador que gusta de aglutinar el juego para buscarse una buena acción ofensiva como primera opción en muchas de las ocasiones. Su fuerte son las penetraciones y los lanzamientos de tres puntos, cuando está en racha, y su debilidad, la defensa y la falta de paciencia a la hora de saber apreciar cuál es la mejor opción en ataque. Eso sí, tiene una habilidad innata para revolucionar el partido cuando más caliente está, para decidir por sí sólo la suerte del mismo.

El objetivo del joven venezolano siempre ha sido la NBA. Es un sueño lógico para un adorador de Michael Jordan. Por eso dejó Venezuela para acabar el bachillerato en Montrose Christian, sin un gran conocimiento del inglés. Eso no fue obstáculo para ser considerado uno de los 10 mejores jugadores de High School en el 2006, según USA Today. Su progresión a lo largo de los cuatro años en Maryland ha ido en aumento consolidándose en su cuarto año como un serio candidato para tener minutos de calidad en la NBA. Sus 41 puntos (5/15 en triples) en la victoria -tras doble prórroga- contra Virginia Tech suponen su anotación más alta.

¿Destino Memphis?

Las dudas en torno a su juego han influido en los mock draft, que hasta hace bien poco le situaban como jugador de segunda ronda. El excelente trabajo desarrollado en algunos work outs podría llevarle a ser elegido en primera ronda del draft y así hacer historia en el baloncesto venezolano. Carl Herrera se convirtió en el primer jugador venezolano en jugar en la NBA (elegido en segunda ronda por los Houston Rockets), aunque primero jugó en el Real Madrid, y Óscar Torres también formó parte de los Rockets, a los que llegó tras firmar como agente libre.

En este sentido, los Memphis Grizzlies se han mostrado gratamente sorprendidos por el trabajo desarrollado por el jugador de Caracas. Según Tony Barone, miembro del staff técnico y ex entrenador de los Grizzlies, Vasquez puede jugar perfectamente de base: “Nosotros lo vemos más de base que de escolta”, señaló. Los Grizzlies tendrían a un base totalmente opuesto a Mike Conley.

Los Grizzlies cuentan con tres elecciones en primera ronda del draft (12, 25 y 28). Todo parece indicar que se lanzarán a por Paul George, el brillante sophomore de Fresno, en la posición 12, tras un brillante work out. La duda está en su posible elección para los puestos 25 ó 28. Se ha publicado que Memphis estaría dispuesto a cambiar estas dos elecciones por una mucho más arriba lo cual no favorecería a los intereses de Vasquez.

Si la suerte no le sonríe en el draft, no le queda más que seguir trabajando. Como escribió en su twitter la estrella de Marinos de Anzoátegui, Héctor “Pepito” Romero, “el cielo es el límite”. Quizás no tanto, pero sí es cierto que su límite todavía no se acierta a divisar.