BOXSCORE

Llegó el Dia D, la Hora H. La inesperada gran final del Eurobasket 2015 con España y Lituania como protagonistas. Y tuvo un final feliz para los nuestros. España recuperó el trono continental que perdió en 2013 a manos de Francia con un rotundo triunfo por 80-63 ante los bálticos.

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El partido en cinco claves:

¡A TODA MÁQUINA! España saltó a la pista desatada. Muy rápida de manos en las anticipaciones defensivas (7 pérdidas provocadas en el primer periodo) y agresiva en ataque, sin necesidad de cargar todo el juego ofensivo sobre las espaldas de Pau Gasol. la selección española rompía el choque de forma prematura. A dos minutos para el final del primer cuarto los de Scariolo iban trecer arriba (19-6 min.8), renta que quedaría en once cuando expiraba el primer acto (19-8). Rudy Fernández y Víctor Claver brillaban en defensa, mientras que Pau Gasol firmaba 8 puntos sin aparente esfuerzo.

LA SANGRÍA DEL REBOTE OFENSIVO: a pesar de salir muy tocados tras el primer periodo, los de Kazlauskas no bajaron los brazos e intentaron remar contracorriente. En varias ocasiones amenazaron con romper la psicológica barrera de los 10 puntos, pero sus esfuerzos acababan siendo estériles. Solo en la recta final del segundo acto lograron los lituanos su propósito gracias a dos triples consecutivos del ex Bilbao Basket Renaldas Seibutis (37-29, min. 19). Un nuevo triple, esta vez sobre la bocina del descanso y obra de Jonas Maciulis, dejaba el marcador en 41-33. Los bálticos lograban alcanzar el descanso aún vivos. Durante la primera parte España permitió nada menos que 13 segundas opciones a los lituanos. Una cifra inconcebible y que permitió a los de Kazlauskas seguir vivos en el partido. 

DEFENDER Y CORRER PARA VOLVER A ROMPER EL PARTIDO: al regreso de vestuarios, España volvió a saltar a la cancha con la misma mentalización defensiva del inicio del choque. Cerrando mejor el rebote defensivo y con la enorme lectura de las líneas de pase de Rudy Fernández, España podía correr y sus pequeños disparaban la ventaja de los de Scariolo. Un triple de Pau Ribas en el ecuador del tercer acto situaba 17 arriba a España (52-35, min. 16). Y aunque los bálticos no bajaron la guardia, los de Scariolo afrontaban el último periodo con la final prácticamente en el bolsillo (60-43, min. 30). La única mala noticia era la lesión de Rudy Fernández, que marchaba camino a vestuarios con ostensibles signos de dolor en su maltrecha espalda tras un fuerte bloqueO de Paulius Jankunas. 

EL RETORNO DEL REY: el último periodo fue un trámite. 10 minutos para celebrar el retorno del Rey de Europa. Los de Kazlauskas siguieron luchando sin cuartel, en un esfuerzo que merece todos los elogios. Sin embargo, España supo rematar el trabajo sin pasar apuros. Al final, el resultado fue de 80-63. La mejor selección del continente en la última década y media volvía a situarse en el primer escalón del podio. España sumaba su tercer oro en los últimos cuatro Eurobasket (2009, 2011 y 2015), medallas a las que hay que añadir las platas de 2003 y 2007 y los bronces de 2001 y 2013. Un ciclo mágico que no pocos daban por finiquitado. 

PAU GASOL, MVP Y DOMINADOR: El poste de los Chicago Bulls ha sido el protagonista principal de este Eurobasket. Ha sido el timón y faro de una selección española que, por primera vez en muchos años, no partía como principal favorita para llevarse el título. Ha estado a enorme nivel todo el torneo, firmando una exhibición histórica ante Francia en semis que metió a los de Scariolo en la gran final. Ante Lituania fue de nuevo el mejor jugador español, sumando 25 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones. Elegido MVP del torneo con unos promedios totales de 25.6 puntos, 8.8 rebotes, 2.9 asistencias y 2.3 tapones por encuentro. Le acompañan en el quinteto ideal del torneo Sergio Rodríguez, Nando de Colo, Jonas Maciulis y Jonas Valanciunas.