¡Real Madrid se jugará la Euroliga contra el Olympiacos! Los merengues después de dos finales erradas ante su eterno rival consiguió batir al Barcelona en un partido lleno de subidas y bajadas que quedó solventado con un amplio parcial de 2-17 con un colosal Felipe Reyes. Los de Pascual se quedaron si oxígeno ante la defensa merengue del último cuarto, cuarto en el que llegaron a liderar por 9 puntos. Muchos jugadores llamados a ser las figuras del fin de semana no aparecieron, como Rudy, Mirotic, Navarro, Carroll o Lorbek. Pero para lo demás estaban Felipe Reyes, Ante Tomic o Sergio Rodríguez.

El partido empezó con los nervios habituales de una gran cita como esta, sobre todo teniendo en cuenta que esto se trataba de un clásico, que nada tenía que ver con el de hace escasos días. Los nervios pesaban más al Real Madrid, que cometía errores de imprecisión en los primeros compases. Tomic y un triple de Navarro mediado el cuarto daban 6 puntos de ventaja. Suárez respondía, aunque la intensa defensa barcelonista y la pobre selección merengue hacían que la imagen de las dos escuadras fuera muy diferente.

Pablo Laso intentaba mejorar su defensa a través de Slaughter, así como tener más amenaza ofensiva con la entrada de Carroll, al que necesitaban al verse forzados a jugar en estático, donde no tenían ningún tipo de claridad antes las constantes ayudas blaugranas, ante lo que el Real Madrid se refugiaba en individualidades, con males selecciones de tiro, con muchas opciones forzadas, incluyendo fadeaways imposibles, para combinar un 4 de 17 en tiros en los primeros nueve minutos.

Real Madrid tenía que cambiar muchas cosas tras el primer cuarto. Necesitaba más ritmo, más lectura y presionar con las líneas más adelantadas. Barcelona colocaba su exitosa zona, que fue franqueada por Llull a la primera. Todorovic, convenció en el derby ante a la Penya –teniendo en cuenta el estado de Jawai– y salía para ver canasta a la primera. Sada dejaba bien claro en la primera opción de correr del Madrid, que de ninguna manera iban a poder encontrar su ritmo rápido y característico. Sergio Rodríguez salía para dar clarividencia a los suyos, creación desde 1×1 y 2×2. El otro Sergio, Llull, se sumaba a la fiesta e intercambiaba un precioso cruce de triples con Navarro.

Sergio daba otro aire al Madrid – en cuatro minutos ya había alimentado a los suyos con cuatro pases letales-, mientras Slaughter sellaba la zona. El partido se animaba con bonitas acciones intercaladas y un marcador ya cerrado. El Chacho metía un triple imposible para poner a su equipo por primera vez por delante en 16 minutos. Rudy anotaba una preciosa bandeja tras bailar de forma sublime en la parada de una penetración para forzar el tiempo muerto blaugrana, estando los merengues ya 4 puntos por encima.

Los Sergios disfrutaban, el Madrid había remontado con ellos en pista y ya sumaban, 11 puntos –Llull– y 7 puntos y 6 asistencias –Rodríguez-. Por el Barça, Ante Tomic se iba al vestuario con 14 y 6 rebotes.

Barcelona salía mejor del vestuario, más centrado en defensa y encontrando algunos tiros que le hacían igualar el partido. Otra vez la zona de Pascual les metía con un 9-3. Madrid no lo veía muy claro sin Rodríguez en la pista, enfrentándose en este tercer cuarto ante la temida zona Blaugrana. Tomic seguía sumando en inteligentes cortes al aro. Huertas, Ingles y Navarro creaban para esos tiros fáciles.

El partido se atascaba, hasta el punto de quedar feo, con muchos errores en los tiros por parte de ambos y en el que cinco puntos seguidos de Marcelinho al final del cuarto aupaban al Barcelona otra vez al liderazgo en esta noria de partido, con tres puntos de ventaja (51-48). Ahora era el base paulista el que robaba el show.

Marcelinho seguía a lo suyo, con un clásico, triple a tabla a una pierna a tablero. La última vez que hizo eso fue en la final de la ACB, en un tiro que hundió a los madridistas psicológicamente. Saras era ahora el que ponía el entretenimiento, el parcial se ampliaba a 12-0 y los barcelonistas se iban a 8 puntos con 8.43 por jugar.

Slaughter quería mantener a los suyos en partido, pero los blaugranas estaban coléricos, anotando todos los tiros, Saras, Ingles con un tiro imposible, tenían el viento totalmente a favor. Pero no estaba todo dicho, ya que el inmortal Felipe Reyes conseguía un parcial de 0-5, tras un triple fallo de Wallace, al fallar en una ayuda, lanzar en una mala posición y no hacer balance. El Madrid cerraba el partido a dos puntos, a pesar de que el trío mágico, Rudy, Mirotic, Carroll no funcionaba.

La defensa madridista le permitía imprimir más ritmo. El parcial era de 2-17 y los merengues volvían a liderar por seis con dos minutos por jugar, con un Felipe Reyes inmenso. El rebote era ahora del Real Madrid, algo que no había conseguido controlar en todo el partido, dándole más ritmo y segundas opciones.

El Madrid no lograba cerrar el partido con tiros francos y rebotes ofensivos, pero un Barça sin oxigeno y con un Navarro anulado por un inesperado Sergio Rodríguez en defensa se despidió de la competición en Londres ante su eterno rival, el que tenía atravesado en las dos últimas citas.