El mercado de fichajes del Real Madrid Baloncesto ha sido uno de los más activos del verano. El club parece haber iniciado un proceso de reconstrucción y para ello ha realizado cambios en la dirección, el banquillo y la plantilla. Lo único que puede medir el acierto con las apuestas son los resultados, pero sí que, a priori, hay algunas ideas que están claras sobre las operaciones realizadas.
Cambios importantes en el Real Madrid Baloncesto
Desde las altas esferas del club la decisión de inyectar dinero al proyecto es clara. Del Real Madrid Baloncesto únicamente ha salido un nombre importante, Dzanan Musa. Si bien Hugo González y Eli Ndiaye eran dos nombres con proyección, si se analiza su rendimiento actual, en el corto plazo su adiós no deja un hueco en la rotación especialmente significativo. Por otro lado, Ibaka y Rathan-Mayes prácticamente no tenían participación y su adiós era más que esperado.
La apertura de ‘grifo’ económico en el Real Madrid Baloncesto se hace notable cuando se examina nombre por nombre. Hugo y Ndiaye, dos proyectos incipientes, han sido sustituidos por dos jugadores con poso competitivo Euroliga y NBA, Procida y Okeke. Rathan-Mayes, casi inédito en rotación, por un David Krämer muy testado en ACB y baloncesto de selecciones. Ibaka por Almansa supone el cambio de un jugador en el ocaso de su carrera, por un perfil a futuro, que en caso de rendimiento similar, al menos, tendría cierta proyección. Por último, no ocupan la misma posición, pero sí espacio salarial, Musa por Maledon apunta mínimo a X en la quiniela.
Los refuerzos blancos que no provienen del mercado de fichajes
Uno de los nombres más destacados del Real Madrid Baloncesto las últimas temporadas ha sido Gaby Deck. Sin embargo, los problemas físicos privaron a los aficionados de su presencia en pista el pasado curso. Sin duda, una recuperación óptima supondría un salto de nivel importante en la rotación. Sobre todo en esa posición ‘fluida’ de alero/ala-pívot, en la que Scariolo podrá jugar con perfiles como el suyo, Hezonja, Chuma Okeke e incluso Procida. Algo que ya gestiona el italiano con Parra, Juancho, Aldama y Puerto en la Selección española.
Un jugador en una situación similar, aunque menos grave, es Usman Garuba. El jugador arrastró todo el curso pequeñas molestias que le dificultaron carburar. Su temporada fue de menos a más y muchos esperan mucho de él este año; más, tras la llegada de un Scariolo que le conoce bien. Por último, el nombre que más dudas deja es Bruno Fernando. Tras un periodo de aclimatación, las esperanzas en el crecimiento del angoleño son grandes. La apuesta del club porque sea el 5 suplente ha sido tema de debate. Su anterior campaña también fue in crescendo, pero aún no se ha visto la versión esperada por los aficionados.